Dos italianos reivindican el orgullo de vivir en el 15002 coruñés y lo plasman en camisetas

Patricia García Lema
Patricia García A CORUÑA

A LA ÚLTIMA

Antonio Di Rico y Francesco Salvati son dos italianos que presumen de ciudad con sus diseños gráficos y sus camisetas hechas a mano desde su estudio de Monte Alto

24 oct 2019 . Actualizado a las 19:39 h.

Little Italy está en Monte Alto. En concreto, en el número 25 de la calle Carmen. Allí espera el estudio de Antonio Di Rico y Francesco Salvati, dos italianos que reivindican el 15002 con sus diseños para espíritus libres. Por delante del estudio, a pie de calle, pasan muchos vecinos: «No saben muy bien qué hacemos. Como tenemos bicis a veces piensan que somos un taller. También hay muchos Legos, de la colección de Francesco, y creen que somos una tienda de juguetes». En realidad Nomad Not Today Satan (@nomadnts en Instagram), que así se llama la marca de los dos italianos, es una firma de slow fashion, una filosofía de vida, una forma de plasmar sobre una camiseta todos los diseños que salen de sus pinceles.

En el barrio los conocen como los italianos de Monte Alto. El primero en aterrizar fue Antonio. Llegó en 2007 de Pescara para trabajar en Inditex. En 2016, en la boda de Antonio, éste le lanzó la idea a Francesco, de Nápoles: «Habíamos trabajado juntos tres años y medio en otra marca de ropa en Italia. Le pregunté si estaba interesado en unirse a este proyecto y si se vendría a vivir a A Coruña y me dijo que sí». Y así fue como el 5 de septiembre de 2016 -Francesco tiene bien grabadas todas las fechas- plantaron su pequeño Little Italy en el corazón de Monte Alto. «Dejé Italia y me vine con mi mujer, mi hijo y mis Legos», recuerda Francesco.

Siempre tienen la puerta abierta y siempre entra algún curioso a ver cómo trabajan. «Tenemos unas guitarras y a veces también tocamos. Pero la mayor parte tocamos los pinceles», cuenta Francesco mientras perfila el detalle de una flor sobre un dibujo a papel. «Nuestra marca va con nuestro estilo de vida, más artístico y bohemio», apunta Antonio. Los dibujos, hechos a mano, reflejan su pasión por el arte, el diseño gráfico, los viajes, la customización de motos… «No se trata de sobrevivir dentro de los objetos, sino de vivirlos», enfatiza Antonio.

Pintan camisetas, pins, bandanas, láminas... Uno de sus éxitos es una camiseta que lleva grabada su lugar de origen: 15002, el distrito que acogió a estos dos italianos con los brazos abiertos. «Queremos reivindicar un sentimiento, lo auténtico. Este es un barrio peculiar, todos nos quieren y nos tratan bien», asegura Antonio. «Nos conocen como los italianos que hacen cosas, a veces no saben muy bien a qué nos dedicamos, si tocamos, pintamos o decoramos casas». Su estudio está lleno de sus dibujos, de todo lo que les gusta. Y como buenos italianos, también tienen una cocina que montaron ellos mismos y dónde preparan platos de pasta. Aunque esto es otra historia, gastronómica.