Tati Mancebo elabora bocadillos saludables y de carne a baja temperatura en el Orzán para llevar «na man»
10 oct 2019 . Actualizado a las 14:37 h.«Cando quedaba coa pandilla para ir a praia eu sempre me encargaba dos bocatas. Encantábame preparalos». Ella es Tati Mancebo, la reina de los bocadillos entre sus amigos, y ahora también la estrella del pan con relleno en el Orzán. Allí materializó un pequeño sueño: una tienda de bocatas saludables, la única en la ciudad en la que uno se puede zampar una barra de pan rellena de carne preparada a baja temperatura durante diez horas. La tienda de bocatas de Tati se llama Naman, el nombre perfecto para pedirte uno de sus sándwiches y llevártelo «na man» para comer en casa, en el trabajo o al aire libre.
El local, que está en el número 2 de la calle Cancela, se da un aire con los pequeños rincones de street food de Londres: paredes azules de madera, plantitas y unas pequeñas mesas altas junto a la ventana. «Tiven a sorte de que me axudaron os meus amigos a montar a tenda: do deseño encargouse Sandra Díaz Frantz, que é directora artística, e o logo e a imaxe corporativa foi cousa de Alberto Esperante», cuenta Tati orgullosa. En Naman los protagonistas son los bocadillos, los hay de carne a baja temperatura, pero también veganos, vegetarianos y para celíacos. La principal característica es que no se utiliza aceite para su elaboración: «A carne e as verduras fanse no seu propio xugo, polo que resultan moi saudables».
Sin trampa
Todo se cocina a la vista: las ollas eléctricas están justo al lado del mostrador con los bocadillos. Cuando Tati levanta una tapa Naman se inunda de un olor rico y muy casero: hoy huele a chili, pero es posible que mañana el olor que atrape sea de curri o de mermelada de beicon. «Imos variando para ter sempre opcións diferentes». En total asan 5 carnes diferentes y tienen 15 tipos de bocatas fríos que van rotando.
Aquí no hay tiempo para aburrirse, ni para pensarse dos veces en pegarle un buen mordisco a uno de los bocatas de Tati. Para los días de frío, en Naman siempre hay un plato de cuchara. Y el espacio se llena de vida los martes y los jueves por la tarde: Tati, que viene de la gestión cultural, organiza diferentes actividades, muchas con vecinos del barrio: desde poesía o música a charlas con consejos para una alimentación saludable.
