Enésimo robo en la librería Arenas de A Coruña con total descaro y a cara descubierta: «Estamos desamparados y hartos»
A CORUÑA
Un ladrón entró y tras una breve conversación con la dependienta se llevó un ejemplar del último libro de Isabel Allende
22 may 2025 . Actualizado a las 13:31 h.Entró, cogió uno de los libros expuestos, le comentó algo a la dependienta y se marchó. Lo hizo en apenas diez segundos, a pleno día, con la cara descubierta y sin ningún tipo de disimulo. La librería Arenas de la avenida de Oza sufrió este miércoles el enésimo robo por parte de un caco habitual que, como tantos otros, frecuentan diferentes negocios de la ciudad para tratar de hacerse con algún libro que después intentan revender a un precio inferior en la calle.
No es el primer ladrón que actúa así y seguramente no será el último. Esa reincidencia en este tipo de ilícitos es lo que está provocando hartazgo en el sector. «Antes aún se escondían y solo te dabas cuenta al ver las cámaras, pero esta vez fue directamente a por el libro con todo el morro del mundo», denunció este jueves Manuel Arenas en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz. «Estamos desamparados y hartos. Llevamos tres robos en los últimos meses y el anterior ya ni lo denuncié. Y como yo, muchos. Porque son pequeños hurtos y saben que no les va a pasar nada», añadió.
El robo se perpetró tras una conversación un tanto surrealista que, a pesar del tono cómico, no resta gravedad a lo sucedido. «Le preguntó que si era el último libro de Isabel Pantoja y la dependienta le dijo que no, que era el de Isabel Allende. Y le soltó: "Pues me lo llevo". Y se fue. La chica se quedó a cuadros por el descaro», explicó el librero, que pide mayor presencia policial en las calles para evitar robos como el que sufrió en su establecimiento de la avenida de Oza. «Si no pasa de 400 euros, no es delito. Habrá que cambiar la ley y poner más policía en la calle. Porque robos así pasan todos los días en librerías, perfumerías, tiendas de ropa… Y la gente no denuncia porque ve que esas denuncias no van a ningún lado. Estamos desamparados», esgrime Arenas, que apunta también a la falta de efectivos policiales como parte del problema. «Donde antes patrullaban cinco coches, ahora solo hay uno. No se cubren las plazas. Hay problemas de falta de efectivos no solo aquí, en todas las ciudades», concluyó.