Javier Trigales: «La etiqueta de Novo Cinema Galego ya no representa lo que se hace aquí»

FErnando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

El programador y guionista presenta en el Teatro Colón las proyecciones de las mejores producciones del año

24 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde este miércoles y hasta el sábado, el Teatro Colón vuelve a convertirse en un cine para acoger la Semana do Cinema Galego, en la que se presentarán ocho producciones —la mitad, documentales— con dos pases por día. El encargado de introducir cada proyección, con un coloquio previo con el equipo de cada película, es el programador y guionista Javier Trigales (A Coruña, 1975), que destaca la gran variedad de esta cosecha cinematográfica, que incluye cintas como Salvaxe salvaxe, As Neves, Aurora, Prefiro condenarme, + Cuñados, Filmei paxaros voando, Honeymoon y Xustiza artificial: «Estas dos últimas son una road movie y un thriller tecnológico, ya ves que el cine gallego se atreve con todo», explica Trigales.

—Determinados géneros eran impensables hace no demasiado.

—La etiqueta de Novo Cinema Galego ya no es representativa de lo que se está haciendo. Había ciertos tópicos asociados a esa etiqueta, un cine más rural, introspectivo, más antropológico y pegado a la naturaleza... Todo lo que simbolizó muy bien O que arde, de Oliver Laxe. Pero las etiquetas duran lo que duran y al final en Galicia no hay una única realidad, sino muchas. Y los cineastas tienen sus propios intereses y no están con el radar puesto a ver si lo que están haciendo se amolda a lo que se entiende por cine gallego. Me temo que actualmente el cine gallego es cine a secas.

—¿Habrá que buscar una nueva etiqueta para esta generación?

—Es pronto y, además, las etiquetas tienen una validez muy temporal. Es cierto que el novo Cinema Galego tuvo un éxito absoluto, funcionó muy bien en todas partes. Pero el eclecticismo que hay ahora, que creo que es algo muy bueno, impide crear una etiqueta clara para esta generación de autores. Porque cada uno tira para donde le da la gana, lo que es fantástico.

—Lo importante es que se hagan buenas películas.

—Y así se está haciendo. Un buen ejemplo del nivel que está habiendo es el caso de La Parra, de Alberto Gracia. Una película maravillosa que estuvo en el Festival Internacional de Róterdam compitiendo. Pues para que veas la competitividad que hay actualmente en el cine gallego, se quedó fuera de las nominaciones en los Mestre Mateo. Antes costaba encontrar títulos suficientes para las nominaciones, ahora se vende caro estar ahí.

—Buenos tiempos para el cine en Galicia que vienen apoyados por iniciativas como la puesta en marcha del plató virtual Coruña Estudio Inmersivo y el hecho de que distintas productoras audiovisuales se unan para llevar su gestión.

—Lo mejor de todo eso es la sensación de unión colectiva, de que se tiene claro que se quieren sacar proyectos adelante con la ayuda de la Diputación, la Xunta y todas las Administraciones. Las subvenciones siguen siendo importantísimas para sacar adelante proyectos que merecen la pena, pero que pueden necesitar un empujón inicial porque aunque no tengan una repercusión comercial grande, sí que tienen una importancia cultural enorme y pueden ayudar a construir nuestro cine con su presencia en festivales por el mundo adelante. Y un plató como este va a permitir, sobre todo a audiovisuales como la publicidad o series, recrear localizaciones que de otra manera sería imposible por lo costosísimas que serían. Disponer de este tipo de herramientas abaratará costes y permitirá crear productos más ambiciosos desde una perspectiva narrativa. Los guionistas ya no tendrán miedo de ambientar una secuencia en donde sea. Y eso que yo siempre he defendido lo de rodar en el sitio, sobre todo por la interacción de los actores con el espacio real. Pero no cabe duda que este plató es un acierto, una herramienta poderosísima para determinadas cosas.

—En cuanto a su labor como guionista, ¿en qué anda metido?

—En unas cuantas cosas. Hace nada estuve trabajando como guionista en la docuserie de Voz Audiovisual Historias de aquí, que se llevó el Mestre Mateo a la mejor dirección para Marcos Nine. Y ahora estoy desarrollando tres largometrajes, pero son los tres para fuera, dos para EE.UU. y otro para una productora italiana. Fue algo que me trajo el éxito que tuvo Viejos, la última película que escribí, que se convirtió en una cinta de culto en EE.UU. y otros países.

«En A Coruña sigue habiendo muchas ganas de acudir a las salas a ver películas»

Trigales defiende el acto de «ir al cine» como algo inherente a nuestro modo de entender el ocio y la cultura. «Creo que llevamos matando al cine tanto tiempo que a lo mejor estamos equivocados, y está más vivo que nunca. El sábado pasado fui a Los Cantones Cines y había unas colas considerables. Y ya no te digo en propuestas como esta de la Semana do Cinema Galego, que son un éxito de público siempre. Sigue habiendo muchas ganas de ir al cine, al menos aquí, aunque es cierto que a lo mejor hay que trabajarse más los eventos», asegura.

—Buen ejemplo fue el ciclo de Mejores películas de la historia que organizó el año pasado.

—Sí, fue un éxito total. Llenamos el Colón en cada proyección e incluso se quedó mucha gente en la calle. Cada vez que lo cuento fuera de aquí, no me creen. Será que Coruña sigue siendo una ciudad de cine.

—¿Cuál cree que fue el secreto de ese éxito?

—En primer lugar, la selección: eran grandes obras maestras. Y nos trabajamos bastante lo que rodeaba a la película, con unos invitados que se salían de lo esperado, porque traer a gente del cine a hablar de cine es un poco endogámico y el cine es un arte para todos. Por eso intentamos traer a gente de otras disciplinas artísticas o culturales, como fue el caso de Elvira Lindo , que vino a hablar de El Apartamento.

—Aún quedan muchas películas en esa lista de las cien mejores elaborada por la revista Sight & Sound. ¿Habrá segunda parte del ciclo?

—Estoy en ello. Tengo que hablar con el Ayuntamiento, porque no eres el único que me lo ha preguntado. Dado el éxito que tuvo, creo que bien se ha ganado el derecho a una segunda edición.