Alejandro Freire y Diego Montaña tienen «ganas de contar» lo que hicieron y vieron en el crimen de Samuel Luiz

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA

David Freire con Yumba, para quien se solicita una pena de 22 años de cárcel.
David Freire con Yumba, para quien se solicita una pena de 22 años de cárcel. ANGEL MANSO

Sus abogados explican que para ellos será «un alivio» poder ofrecer «su verdad» sobre la agresión. Declararán el miércoles, con el otro acusado Kaio Amaral

11 nov 2024 . Actualizado a las 19:50 h.

La sesión de este lunes en la Audiencia Provincial de A Coruña por el crimen de Samuel Luiz fue sumamente técnica, en la que los agentes de la Guardia Civil que trataron las cámaras contaron qué programas utilizaron para mejorar la calidad de las imágenes. Fueron testificales de funcionarios que no identificaron a nadie en los vídeos, solo explicaron cómo hicieron el volcado, pero no analizaron su contenido. También declararon los agentes de la Policía Local que acudieron al lugar de los hechos y que se encargaron de medir la distancia entre los diferentes puntos claves de la agresión.

No dio para más la sesión de ayer. De hecho, lo más importante de la jornada ocurrió a las puertas de la Audiencia y no en la sala, cuando se supo que la presidenta del tribunal del jurado había adelantado al miércoles las declaraciones de los tres acusados por la muerte de Samuel que todavía no se han subido al estrado. Estaban previstas para el jueves, pero la agenda permitió ganar tiempo y así poder concluir este viernes el juicio y dejar para el lunes la entrega del objeto del veredicto al jurado. Ese mismo día se encerrarán a deliberar. Se calcula que la decisión la tomarán a lo largo de la siguiente semana.

Las declaraciones que ofrecerán este miércoles Diego Montaña, Alejandro Freire (Yumba) y Kaio Amaral son tan esperadas como lo que decidan los miembros del tribunal popular respecto a cada uno de los acusados. Ellos tres no quisieron ofrecer su versión al principio del juicio, como sí hicieron Alejandro Míguez y Katy Silva —los únicos que están en libertad—, y ahora les toca. No se sabe cómo lo harán: la ley les permite no responder a las preguntas de todas las partes y solo a las de sus abogados. Y estos no quisieron adelantar qué harán.

Lo que sí dijeron los letrados de Diego Montaña y de Alejandro Freire es que están deseando dirigirse al jurado popular. La defensa del primero, ejercida por Luis Manuel Salgado, explicó que su cliente «tiene ganas de manifestar lo realmente ocurrido, lo que vio, lo que dijo, lo que escuchó y lo que hizo». Después de tres semanas de juicio, Salgado dice que no tiene «ninguna percepción de sorpresa». Y al preguntarle si Diego Montaña va a contestar a todas las partes o solo a él, se limitó a decir que su defendido «va a manifestar de principio a fin lo que ocurrió».

David Freire, abogado de Alejandro Freire (Yumba), confesó que su cliente tiene «sensación de alivio» porque «por fin va a poder explicar su versión» de lo ocurrido. José Ramón Sierra, que defiende a Kaio Amaral, no hizo declaraciones.

El letrado de Alejandro Míguez, Manuel Ferreiro, pidió al jurado «que determine el grado de culpabilidad que pueda tener una persona por el solo hecho de integrar el grupo, pues él nunca golpeó a la víctima, como quedó demostrado en las testificales».

Este martes declararán las dos personas que redactaron un informe sobre los fragmentos de vidrio hallados en el lugar de la agresión —que los investigadores creen que era una botella con ADN de Yumba— y otros dos trabajadores del departamento de tecnología de una de las empresas de cámaras de seguridad. También lo hará un testigo amigo de los acusados que tras el crimen les afeó que siempre que salía con ellos acababa en líos. Se trata de un testigo importante que ya tenía que haber comparecido en el tercer día del juicio y que no lo hizo porque se tuvo que ir de urgencia a Francia por la enfermedad de su abuelo. La jueza le impuso una sanción de 300 euros y lo emplazó a presentarse bajo la amenaza de que lo pondría en busca y captura y lo procesaría por obstrucción a la Justicia.

Pero no hará falta. Este martes estará en la Audiencia y le preguntarán sobre lo que vio aquella noche del 3 de julio del 2021. Cuando a los pocos días del asesinato lo llamó la policía en calidad de testigo, poco pudo aportar. Dijo que aquella noche había salido con sus amigos Diego Montaña y Alejandro Freire, junto al resto de la pandilla. Cuando sucedieron los hechos, según declaró, se encontraba en el pub y al salir se encontró «una pelea». Afirmó que no hizo caso y siguió andando. No dijo nada del reproche que le hizo a sus amigos horas después en un parque, según aseguró otro testigo.