De México a Corea sin salir de María Pita

maría rey / r. d. A CORUÑA

A CORUÑA

El Festival Internacional de Folclore despliega su colorido en la jornada inaugural

07 ago 2024 . Actualizado a las 22:28 h.

María Pita volvió a ser testigo del dinamismo musical que caracteriza a la urbe en agosto. Este miércoles tuvo lugar en la emblemática plaza la gala de inauguración del XXXVII Festival Internacional de Folclore. «América, Asia e Europa únense grazas ó entendemento», pregonaban en el discurso inaugural. Estas palabras de alabanza a la hermandad internacional dieron paso a un desfile de banderas. Las de Galicia, España, Argentina, México y Cioff (Colaborador Oficial de la Unesco) fueron las protagonistas de la plaza, junto con varios participantes, que se pasearon a son de gaita y tambor, ataviados con trajes tradicionales de cada país.

La gala se abrió con Eidos, grupo coruñés fundado en 1942 con el objetivo de conservar, estudiar y divulgar la cultura de Galicia. Tal y como anunciaron en su presentación, Francia, Polonia, Hungría, Japón, EE. UU. y casi toda hispanoamérica son testigos de su labor, así como sus numerosos premios recibidos.

Exhibición de Eidos

A ritmo de panderetas y cantos mixtos, Eidos comenzaba su puesta en escena. Los alalás dominaron la primera canción, con pleno protagonismo de los músicos. «Somos amigos da troula, e amigos de troulare», cantaban. El público, que superaba la media de los sesenta años, atendía respetuoso y en silencio al despliegue de talento.

Fue en la segunda canción tocada, ahora con la presencia inconfundible de la gaita, cuando les tocó el turno a los bailarines. Ellas iban ataviadas con el traje tradicional gallego, de vivos colores verdes y rojos como complemento del predominante negro.

«Estoy mirando la chica de la pandereta, es alucinante cómo mueve su mano», decía un miembro del público. Las trenzas, a su vez, eran parte imprescindible de la danza, bailando saltarinas con las piezas animadas, así como el vuelo infinito de las faldas. Una gran ovación puso el broche final a la participación de Eidos.

Seguidamente, fue el turno a los argentinos. De nuevo, fueron ellas las que más destacaban por su colorida indumentaria: vestidos floridos en tonalidades amarillas y verdes, coronados por pañuelos del color encendido de la miel. Con una música que recordaba al tango, y completándola con sus fuertes taconeos, los hombres acompañaron a las bailarinas con sombreros de ala ancha. El carácter dramático y movido de la instrumentación consiguió transportar al público a La Pampa.

De terceros fueron los coreanos, que despertaron especial interés en el público más joven, conectado a esta cultura asiática gracias al furor del k-pop. El final de la gala de inauguración fue a manos de los de México, que recibieron el calor y aplausos de los asistentes.