Juan Fafián Labora, químico, investigador Ramón y Cajal de la UDC y miembro del Inibic: «Crecí con una abuela enferma, investigando quizá pueda curar a otras»

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El científico fue uno de los organizadores del simposio de envejecimiento celular

05 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Junto a su compañera María Arufe organizó el tercer Simposio de Envejecimiento Celular y Metabolismo, celebrado en Facultad de Fisioterapia. situada en el campus de Oza. Un encuentro al que Juan Fafián Labora (A Coruña, 1989), químico, investigador de la UDC y miembro del Inibic, y su compañera dieron «una imagen más atractiva» y que reunió a casi cien profesionales nacionales e internacionales, implicados en el envejecimiento celular. 

—¿Cuál fue el objetivo de estas jornadas?

—El objetivo es que cada año nos actualicemos un poco en los nuevos avances científicos que hay en el tema del envejecimiento celular, ya que lo que queremos es entender qué está pasando y cómo afecta a las diferentes patologías asociadas al mismo, como el cáncer, la artrosis o las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. La esperanza de vida ha aumentado, pero queremos mejorar también la calidad de la misma para que, al mismo tiempo, se reduzcan los costes sanitarios. Si los mayores tardan más en desarrollar estas dolencias, habrá un gasto menor.

—Hablan de conceptos como senescencia celular, ¿qué es?

—Es un proceso por el que las células que tenemos en los diferentes tejidos empiezan a dejar de dividirse y, por tanto, de hacer un funcionamiento adecuado. Entonces, dependiendo de donde estén localizadas, van a dar lugar al desarrollo de enfermedades en diferentes órganos.

—¿Qué enfermedades son?

—Cada vez se está viendo que existen enfermedades que empiezan a tener incidencia un poco antes de lo que solían aparecer en el pasado, como por ejemplo el cáncer de colon o el de hígado.

—¿Cuán es la relación del envejecimiento celular con el cáncer?

—Durante los tratamientos de quimio para tumores se puede agravar la senescencia de las células, ya que se incrementa su acumulación y pueden dañar otros órganos. Se están buscando terapias alternativas para que acaben con esas células tumorales, pero también con las que se vuelven senescentes.

—¿Cómo funciona la alternativa de las terapias CART-T?

—Se están estudiando porque también pueden provocar problemas en nuestro sistema inmune. Pueden ser que nos ayuden , pero también pueden ser negativas porque como tenemos altos niveles de inflamación pueden no ser efectivas al 100 %. Se están analizando los efectos adversos que pueden provocar.

—Para prevenir las arrugas usamos cremas . Para evitar que envejezcan las células proponen estrategias, ¿cuáles son?

—Estamos más concienciados en la parte de cosmética, pero hay que concienciar también sobre la importancia de llevar una vida saludable, una alimentación adecuada, hacer ejercicio y también eliminar el estrés y otros factores, que están provocando ese daño en las células. Son cosas muy sencillas que ayudan a mejorar el envejecimiento y que este no se desarrolle tan rápido.

—¿Qué tratamientos se realizan en la actualidad?

—Sobre todo fármacos senolíticos, que lo que hacen es eliminar esas células en excedencia de los tejidos.

—¿La apuesta es ir hacia tratamientos individualizados?

—Sí, no podemos generalizar y por eso cada vez se apuesta más porque cada individuo se trate de forma independiente y no como un rebaño, como ocurre ahora.

—¿Cómo surgió su interés por la investigación?

—Estudié la carrera de Química y luego empecé un máster. Siempre me interesó mucho saber qué pasaba en nuestro organismo y cómo envejece. A nivel personal, puede ser que estuviera influenciado porque tuve toda mi vida contacto con la enfermedad. Mi abuela tuvo varios tumores. Pensé que investigando podría cambiar un poco esta situación y hacer que la gente, sobre todo los mayores, no sufrieran esas dolencias. Que quizá, pueda salvar a otras abuelas, a otras personas. En el momento en el que ella enfermó, el cáncer era una sentencia de muerte.

—Estudia las vesículas extracelulares en terapias, ¿por qué?

—Pueden ser una base para el desarrollo de nuevas terapias. Pueden transmitir señales entre células y evitar que las células jóvenes se vuelvan senescentes.

«Mi satisfacción es trabajar y descubrir algo que sea la llave para otros en el futuro»

La vivencia personal del investigador Ramón y Cajal de la UDC , y miembro del Grupo de Investigación de Terapia Celular y Medicina Regenerativa del Inibic, con una abuela enferma de cáncer de mama fomentó su interés por la investigación. Un sector que, dice, necesita más inversión.

—¿Cuál sería la mayor satisfacción para usted?

—Lo que a mí me gustaría es poder seguir trabajando en esto. Creo que es algo cada vez más complicado y es algo que me satisface. Para mí, la satisfacción no es descubrir algo súper importante, si no hallar algo que sea la llave para otros investigadores en el futuro y que eso mejore la calidad de vida de los pacientes. Si dijese que quiero curar el cáncer o curar el envejecimiento sería muy ambicioso y un vendedor de humo.

—Habla de una llave para el futuro, muchas investigaciones son lentas, ¿influye eso en que no se consiga financiación?

—Si, la ciencia avanza todo el tiempo, también las enfermedades. Existe mucha gente que tiene proyectos interesantes que quedan sin financiación. Hay que pensar a largo plazo. Que un estudio no tenga efectos de forma temprana no quiere decir que no sea importante.

—¿Debería cambiar la forma en la que se trata la investigación?

—Sí, por suerte, mis proyectos han sido financiados, pero al final, las evaluaciones son algo subjetivas. También influye la suerte y creo que para revertir esto el Estado debería invertir más. Debería verse como se hace en Estados Unidos, donde los proyectos investigadores son considerados un negocio. Es cierto que en el caso de Galicia continuamente hay interés en los estudios y tenemos el respaldo de la Universidade da Coruña.