En libertad la pareja del narcopiso de Blanco Rajoy, en A Coruña: «Vuelve la fiesta»

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

EDUARDO PÉREZ

En el registro de la vivienda se incautaron pequeñas cantidades de droga

21 nov 2023 . Actualizado a las 19:20 h.

Dos semanas. Ese fue el tiempo que duró la tranquilidad de los vecinos de la calle Benito Blanco Rajoy, en Cuatro Caminos, en A Coruña. Porque la pareja detenida el pasado día 3 por la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional en una operación contra el tráfico de drogas ya ha vuelto a la vivienda en la que fue retenida.

El Juzgado de Instrucción número 2 de A Coruña decretó la semana pasada su puesta en libertad «por non existir motivos sólidos para a súa permanencia en prisión provisional», señalan fuentes judiciales, que detallan que no obstante, «a causa contra eles continúa instruíndose, xa que están investigados por un delito contra a saúde pública». El motivo de su puesta en libertad es que durante el registro casi no se localizó droga en el domicilio de la pareja.

La noticia de su salida cayó como un jarro de agua a los residentes en la zona, que se enteraron por el boca a boca de su vuelta al barrio. «Estos 15 días sin ellos estuvimos muy tranquilos, pero el domingo por la noche ya escuché gritos. Salí a la ventana y los vi pasar con un perro», señala una mujer, que añade que la tranquilidad de los residentes en la vía está en juego «porque, además de gritos y peleas, atraen a un tipo de gente nada sano». Ella y la mayoría de vecinos prefieren no dar su nombre por temor a la pareja.

En otro comercio próximo a la vía, en la esquina con Alcalde Marchesi, dos señoras comentan lo mismo. «Estamos todos los vecinos con la mosca detrás de la oreja, porque varios ya los hemos visto y tenemos miedo de que vuelvan los problemas», indica una. «Ahora suponemos que no tendrán nada para vender, porque la Policía Nacional les requisó todas las sustancias cuando los detuvieron», indica un comerciante, que señala que desde el jueves de la pasada semana escuchó hablar del regreso del hombre y la mujer. «Al principio vendían en la vivienda, pero lo que hacían últimamente era despachar en la calle. Les llamaban por teléfono y esperaban a juntar a cuatro o cinco personas abajo y ya salían para entregarles la droga en la vía».

El día del arresto de la pareja, los vecinos celebraron la vuelta a la normalidad. «Parece increíble, pero en unas horas ya desaparecieron los delincuentes que se paseaban por la zona», señaló esa jornada Carmen, empleada de un negocio de telefonía. «Sin el narcopiso Cuatro Caminos volverá a ser el de antes», añadió. Ahora, la moneda se ha vuelto a girar y cayó en la cruz. «Vuelve la fiesta», apuntó el responsable de otro negocio de Alcalde Marchesi después de que una clienta le contase que vio a la pareja el pasado viernes. «Ya hay gente con aspecto de drogodependiente paseando por aquí. Se nos acabó la tranquilidad, poco duró», apunta, mientras que el hombre lamenta que «cuando fueron detenidos nos enteramos, pero en cambio ahora nadie nos avisó de que salían de prisión».

Antes de su detención, el dúo más problemático de Cuatro Caminos robó en el estanco, en el súper, en una tienda para móviles, en bares y en una tienda de ropa. Además, los vecinos denuncian que su presencia atrae reyertas y suciedad. Antes de su arresto, Antonio Rodríguez, comerciante, señaló que por las mañanas limpiaba los desperdicios que encontraba en el portal número 16 de Alcalde Marchesi. «Colillas, latas y restos de comida, porque algunos duermen junto a la puerta del edificio», comentó.

El presidente de la asociación de vecinos de Cuatro Caminos, Juan Iglesias, indica que solicitarán a las autoridades más presencia policial en el barrio para prevenir incidentes.

Su centro de operaciones, una vivienda en propiedad por herencia

A diferencia de otros narcopisos que son alquilados por los delincuentes, como el de Alcalde Salorio Suárez en O Ventorrillo, el de Benito Blanco Rajoy es propiedad de uno de los dos investigados por un delito contra la salud pública.

De acuerdo con fuentes próximas a la investigación, la vivienda, ubicada en el portal número 2 de la vía, fue heredada por el varón arrestado el pasado 3 de noviembre y por su hermano. Por ello, los vecinos no pueden echarlos de la propiedad, que tiene enganchada la electricidad Los residentes en el inmueble llamaron a las empresas suministradoras para averiguar cómo la pareja consiguió realizar la conexión, sin obtener respuesta. Su intención es desconectarles el suministro eléctrico con el objetivo de que así se planteen abandonar el domicilio.

En la avenida de Oza

El mismo problema lo tienen los residentes en la avenida de Oza número 114. Los vecinos en ese inmueble del barrio de Os Castros denuncian incidentes constantes a causa del trasiego de toxicómanos para acceder a una vivienda del sexto piso, desde donde presuntamente el propietario trapichea droga.

«Chámamos á policía habitualmente. Cambiamos a fechadura do portal en varias ocasións porque a rebentan. Non sabemos que facer. Tamén tratan de colarse detrás dos veciños para entrar no inmoble. Non os queremos deixar pasar e temos auténticas liortas, calquera día pode pasarnos algo», señala una vecina, que añade que desde la comunidad presentarán un escrito en el juzgado. «Estamos falando co avogado, pero vai lento e isto é un sen vivir», añade la mujer.