Pisos con lista de espera a precios superiores al 50 % del salario tensionan el alquiler en A Coruña
A CORUÑA
Cambiarse al arrendamiento vacacional o vender, dos alternativas al alza entre los propietarios
08 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El Ayuntamiento de A Coruña manifestó públicamente esta semana su deseo de ser declarado zona tensionada en el mercado inmobiliario. Una posibilidad que permite la Ley de Vivienda aprobada este año, pero que tendría que autorizar la Xunta, que este sábado reiteró que la petición «de un folio» a su juicio «no tiene sentido» cuando hay encima de la mesa recursos de inconstitucionalidad y que necesitaría estudios rigurosos y más datos del Ayuntamiento para dar este insólito paso en Galicia.
La falta de oferta reconocida por la propia patronal de las inmobiliarias, desde la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) hablan de un «stock bajo mínimos históricos» con tan solo 375 pisos en el circuito del alquiler, es uno de los argumentos para implantar esta medida de control. El otro factor de peso son los precios. En A Coruña el coste medio del metro cuadrado está en los nueve euros mensuales, un 7,3 % más que hace un año, lo que eleva a 720 euros de media la renta de una vivienda de 80 metros cuadrados.
Las propias inmobiliarias reconocen que estas tarifas se mueven ya en la horquilla de los 750 y los 800 euros, a no ser que los inquilinos opten por hogares a las afueras o en peores condiciones. «De 750 euros es raro que baje un piso de dos habitaciones en los distritos más céntricos», apunta Sagrario Jiménez, agente inmobiliaria con casi dos décadas de experiencia en la ciudad.
La demanda es tal que, en su caso, ya no publican los pisos que entran nuevos en la agencia. «Tenemos una lista de espera muy larga», reconoce Sagrario. «Son matemáticas. A Coruña sigue siendo una ciudad atractiva y con trabajo para vivir. El problema es que hay menos pisos», añade Jiménez. Manuel Conchado, otro agente, apunta una causa: «La razón es que no paran de incrementarse los pisos destinados al alquiler turístico. No es un fenómeno local, hay ciudades en el mundo que los están empezando a regular». Los datos que maneja Fegein corroboran estas impresiones. A Coruña acaba de superar el umbral de las mil viviendas turísticas. Son 1.055 en su último cómputo. Su oferta casi triplica a la del alquiler convencional.
Las dos condiciones
En medio de todo esto, están los que quieren o necesitan vivir en A Coruña y no encuentran dónde. Si tenemos en cuenta la Ley de Vivienda, para declarar una zona tensionada habría que cumplir una de estas dos condiciones: que el coste del alquiler, más gastos y suministros básicos, superen el 30 % de los ingresos medios de los hogares en la zona o que el precio de alquiler haya aumentado tres puntos por encima del IPC en los últimos cinco años.
Basándose en los datos de la renta, al menos la primera condición se daría. El salario medio de los coruñeses es el más alto de las ciudades gallegas: 9,9 euros la hora según el Instituto Galego de Estatística (IGE). Con un contrato de 40 horas semanales, esto son 1.584 euros brutos. Mensuales, unos 1.300 en 12 pagas. Por tanto, un alquiler de 720 euros, la media según Fegein, supondría un 55,4 % de sus ingresos solo en ingresos. Por encima del 30 % que establece la ley en un hogar unipersonal medio.
Sin embargo, para los agentes inmobiliarios la alternativa de controlar a los propietarios regulando precios solo servirá para incrementar la cifra de los pisos fuera del circuito. «Tengo a un cliente que llevaba años alquilando y ahora me ha dicho que va a vender el apartamento», apunta Sagrario Jiménez. «Lo que hacemos es dejar en bandeja este nicho de mercado a los fondos», avisa Isabel Cotelo, de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin) y con la agencia Será por Casas.
Otro dato que preocupa en el sector es el de las viviendas vacías. Después de años sin actualizar la cifra, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó en julio el número de pisos vacíos en un término municipal de apenas 38 kilómetros cuadrados: más de 20.000. El 14,7 % del total, 2.700 más que a comienzos del milenio. Esto en el mismo año en el que el INE dio otro importante titular: después de dos años perdiendo habitantes, el censo de A Coruña volvió a registrar más altas. A uno de enero del 2023 tenía 247.322 vecinos.
«No hemos sabido encauzar a los pequeños propietarios para que alquilen», reconoce Isabel Cotelo. El miedo por una «falsa inseguridad, tanto jurídica como por los casos de okupación», sostiene, es una de las principales causas de este trasvase al apartamento vacacional, a la venta o, directamente, a cerrar con llave de forma permanente las casas.