María Aldalur: «Hago directos en Instagram y las clientas vienen corriendo a la tienda»

A CORUÑA

MIGUEL MIRAMONTES

La propietaria de la tienda Ni-Ma repasa su trayectoria en el mundo de la moda

24 sep 2023 . Actualizado a las 12:44 h.

Hace cinco años que montó la tienda, con lo que le cogió la pandemia por el medio. «Creo que cambió la forma de comprar de la gente. Ahora vendo la mitad por Instagram. Hay días de 30 o 40 pedidos», comenta. Para sus directos en esta red social solo tiene de ayuda un aro de luz y su naturalidad. «Nada de filtros», asegura. «Llevo 210 directos, uno o dos por semana. Me pongo la ropa que tengo en el negocio, hablo de las características de cada prenda, digo el precio, indico con qué va bien... Y hay clientas que viven cerca y vienen corriendo a la tienda a comprárselo. No soy capaz de atender tantos mensajes que recibo. Es una pasada. Hasta el otro día un niño me reconoció y le dijo a su madre que yo era la que siempre veía en el móvil», comenta sonriente María Aldalur Grien, propietaria de la tienda Ni-Ma de la calle Francisco Mariño. Son unos pocos metros cuadrados repartidos en dos plantas pero que no tienen límites en Instagram. «Estoy mirando opciones para montar algo más fuera de A Coruña. También me han propuesto hacer alguna colección con mi propio marca», analiza esta coruñesa de 42 años madre de dos hijos de 9 y 7 cuyos nombres le sirvieron para crear el nombre de la tienda. Charlamos en Pandelino, cada poco tiempo la pantalla de su móvil se ilumina con una nueva notificación de Instagram. 

La etapa de Inditex

Su primer apellido es de origen vasco. Su padre, Chapela II o Chapelita jugó en el Deportivo. «Hoy en día lo que más me gusta es estar con mis hijos, que están en una edad maravillosa, y ver partidos con ellos», confiesa. El segundo apellido es de origen alemán aunque está presente en A Coruña desde hace siglos. María nació un día de Reyes y estudió en la Compañía de María. De pequeña quería ser cantante o propietaria de una tienda. La primera opción se acabó pronto, el día que la echaron del coro del colegio. «Siendo una niña le hacía ropita a las Barbies y me encantaba empaquetar cosas. Siempre estuve rodeada de revistas de moda, de ropa», recuerda. Estudio Derecho en la UDC y en Italia y parece que su vida iba encaminada hacia ese mundo. Entró en Inditex gracias a una beca y los seis meses iniciales se convirtieron en más de un decenio en la multinacional coruñesa. Primero en el departamento de recursos humanos, después en Uterqüe y en compras de Zara mujer. «Entonces me independicé y monté mi primer negocio, Maazi, con una socia. Pronto nos dimos cuenta de que nos dirigíamos a dos públicos muy distintos y seguimos por separado», relata. 

Nunca pasan de moda

Viste de negro aunque dice que escogió el color por la foto, pero que prefiere más colorido. «Tengo cierta obsesión con los conjuntos. Prefiero ponerme cosas que conjunten bien aunque no sean prendas especialmente bonitas. En la tienda solo vendo prendas que favorezcan. Por mucho que puedan estar de moda, si no sientan bien no las tengo. La gente encuentra aquí fondo de armario, básicos que no fallan y nunca pasan de moda. Como te decía, la moda la seguimos de reojo. Apostamos por colores fuertes, que a mucha gente llaman la atención, por el denim», relata. Da gusto charlar con alguien que tiene una pequeña tienda y que dice que le va bien. «A la gente le inspira que un negocio como el nuestro tenga éxito. Creo que fuimos pioneros entre las tiendas multimarca en los directos de Instagram y siempre nos ponen como ejemplo de innovación», comenta son satisfacción. Me enseña la tienda donde hay cantidad de ropa, calzado, bolsas y joyas y que pide a gritos más metros cuadrados. «Tenemos precios entre 60 y 300 euros y clientela de todas las edades, desde chicas jóvenes a mujeres mayores. La clave es ofrecer prendas que sean fáciles de poner», confiesa esta emprendedora que dedica el tiempo libre a «estar con la gente que quiero».