Los niños del Dépor

Javier Becerra
Javier Becerra CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

César Quian

Esos que visten la equipación del mejor club del mundo, aunque no lo hayan visto ganar nada.

09 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Era la típica pachanga de críos en la polideportiva de San Pablo. Un pequeño enfiló la puerta, disparó y gritó «¡gol!» con los brazos en alto. Acto seguido, le dio un beso al escudo de su camiseta. Esta no era del Real Madrid ni del Barcelona. Tampoco del Manchester City, ni del Paris Saint Germain. Era del Dépor con un flamante número siete y el nombre de Lucas a la espalda. En lugar de honrar a Vinicius Jr, Lewandowski, Haaland o Messi, el chaval reverenciaba al delantero de Monelos, que dejó la primera para jugar en un equipo de segunda B que disputa un play off de ascenso.

¿Pero qué os pasa en A Coruña con el Dépor? Me lo pregunta constantemente la gente de fuera, asombrada con el milagro perenne de esta afición encendida que va a muerte con su equipo. La semana pasada volvió a demostrarse con imágenes impresionantes por las calles de la ciudad. También con las 28.828 personas que acudieron al estadio, estableciendo un récord histórico en la categoría. Pero, además, yo pienso siempre en los niños, esos que visten la equipación del mejor club del mundo, aunque no lo hayan visto ganar nada. Son los hijos de los que vivieron el Superdépor. Los que fueron educados en el orgullo de lo propio y no en la idea de ser una franquicia madridista o culé. Los que buscan en YouTube el gol de Djalminha al Celta para confirmar aquella historia mítica que les cuenta su abuelo.

De toda la irracionalidad que conlleva colar los colores de un equipo en el corazón, el amor incondicional de esos niños —que apuestan al perdedor teniendo tantos ganadores ahí— es lo más puro de todo. Y cuando los veo besar el escudo así no puedo evitar que algo se me mueva por dentro. Por ellos hay que ganar el domingo. Se lo merecen todo.