Cien estudiantes europeos de arquitectura convierten un viejo hospital en museo de la cuchillería y lo explican en A Coruña

m. c. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Galicia acogió la presentación de los proyectos del Iacobus, un proyecto de intercambio ideado por dos profesores en 1995 por el que han pasado 500 estudiantes

02 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El lenguaje universal del dibujo hilvana los 51 proyectos de 112 estudiantes de arquitectura de Francia, Alemania, Armenia, Bélgica y España que ayer se presentaron en la escuela de A Zapateira por obra y gracia de Claude Gaillard y el fallecido Rafael Baltar, dos profesores de Clermont-Ferrand y A Coruña que en 1995 idearon un programa de intercambio, inspirado en «la intuición de un vehículo común» en la enseñanza de la arquitectura y también de las raíces comunes perpetuadas a través del patrimonio del Camino de Santiago. Al Iacobus, como bautizaron el programa, se incorporaron más tarde la escuela alemana de Regensburg y dos centros de Armenia y Bélgica que expandieron las fronteras lingüísticas y culturales hasta el repertorio variopinto que desfiló ayer por el salón de actos de la escuela coruñesa, con exposiciones en ruso, francés, alemán, castellano.

Todos los equipos, dirigidos por 19 profesores, tenían que resolver el mismo encargo, la rehabilitación de un viejo hospital de la ciudad francesa de Thiers para convertirlo en un museo de la cuchillería, pujante industria de la ciudad, muy próxima a Clermont-Ferrand y a la que viajaron en marzo para conocer el lugar donde habían de intervenir.

En el 2020, con motivo de su 25.º aniversario, el Iacobus planteó a los estudiantes una actuación en el convento mequitarista (una orden con imprenta propia dedicada al estudio, traducción y publicación de textos en armenio) en la isla de San Lázaro de Venecia. Estos días se expone allí, en el marco de la 18.ª Bienal de Arquitectura, los trabajos del Iacobus. Y en el 2024 los lápices viajarán al casco histórico de Pontevedra, a la Casa da Serra-Lobeira, para pensar un nuevo uso que habrá de sugerir el Concello.

«Estamos mal de financiación, hubo años con subvenciones europeas, pero ahora haría falta costear por lo menos los viajes de los estudiantes, qué menos», lamentó ayer el profesor Felipe Peña, que vio pasar durante estos años a 500 estudiantes. «Es la manera de hacer Europa. Se sienten parte de una cultura común. Todos saben quién es Moneo», destacó el profesor honorario.