Derriban la nave coruñesa de Renfe en la que trabajó el padre de Amancio Ortega

p. portabales / a. mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Marcos Míguez

Comenzó a trabajar en 1944 y se jubiló en 1971 como jefe de equipo

01 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Inditex es hoy un gigante empresarial radicado en Arteixo y no en otra ciudad de España porque el padre del fundador era ferroviario y lo destinaron a A Coruña el 1 de agosto de 1944. Amancio Ortega Rodríguez y Josefina Gaona Hernández, junto a sus hijos, se establecieron en la ciudad procedentes de Tolosa (Guipúzcoa) y se quedaron para siempre. El cabeza de familia comenzó a trabajar en una de las naves que Renfe tiene en San Cristóbal. Era la que acogía a los empleados de Enclavamientos, donde el padre de Amancio Ortega Gaona fue escalando puestos. En 1965 fue ascendido a jefe de brigada, un año más tarde recibió un premio a la efectividad, en 1971 lo nombraron jefe de equipo y en enero de 1972 decidió jubilarse.

Hoy en día, esa nave situada junto a las instalaciones de Feuvert, acoge el servicio de Seguridad Mecanica. Será por poco tiempo. En unas semanas será derribada para hacer sitio a la estación intermodal. Allí dentro todavía se conserva en buen estado la mesa en la que trabajaba Amancio Ortega Rodríguez.

Su hijo pequeño, fundador de Inditex, tenía 8 años cuando su familia se estableció en A Coruña. Nació en Busdongo de Arbás, un pueblecito leonés, el 28 de marzo de 1936, tan solo cuatro meses antes del inicio de la Guerra Civil. A su padre lo traslaron de inmediato a Tolosa (Guipúzcoa), donde trabajó como jefe de estación. Aquel hombre entró en el mundo ferroviario en 1921 como montador y controlador de enclavamientos. Su trabajo consistía en velar por el estado de las agujas y la vía para la Compañía de los Caminos de Hierro (CCHNE). Su red llegó a ser una de las más extensas de España, hasta que fue nacionalizada en 1941, quedando integrada en la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (Renfe).

Amancio Ortega Rodríguez ya había solicitado el traslado voluntario desde Busdongo de Arbás a Tolosa antes del comienzo de la Guerra Civil. Pero la ciudad fue una de las primeras en caer en manos de los nacionales y sufrió pronto las consecuencias de la represión. El padre de Amancio Ortega estuvo años expedientado, como tantos otros, hasta que se le rehabilitó en su nuevo destino coruñés.

Afiliado en 1936 a la UGT, el padre del fundador del imperio textil fue uno de los 80.000 trabajadores ferroviarios que el franquismo represalió, según cuenta Jesús Salgado en su libro De Zara al cielo. Fueron expedientados y represaliados a distintos niveles y de diferentes maneras, según figura en los archivos de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles en su apartado Memoria Histórica Ferroviaria.

Algunos trabajadores de la vieja Renfe fueron despedidos y otros llegaron a ir a prisión. Amancio Ortega Rodríguez se libró y fue reincorporado. En A Coruña, donde la familia se asentó.

«Se supone que Amancio Ortega vendría por esta nave de pequeño a visitar a su padre», decía este miércoles un viejo empleado de Renfe. La instalación será derribada. Creen que en unas semanas. Las primeras demoliciones se produjeron a principios de año. Los primeros edificios en caer fueron los que estaban en la margen más próximo a la avenida de A Sardiñeira. Ahora les toca a los de la avenida del Ferrocarril.