El juez decreta libertad con cargos para los detenidos en la redada por drogas junto al policía abatido en Burgos
A CORUÑA

La Guardia Civil los había sorprendido en una casa de Valdoviño rodeados de droga un mes antes de que el agente se fugase con un arma
19 may 2023 . Actualizado a las 19:00 h.Justo un mes antes de ser abatido por la Guardia Civil en una gasolinera de Burgos tras una extraña huida a ninguna parte, el policía nacional Óscar Piñón Casal había sido detenido en una casa de Valdoviño. Junto a él estaban Rubén Rodríguez Freire, Miguel Ángel Martínez Lago, Cristóbal y Leónidas Achar Duarte. Todos, rodeados de cocaína, éxtasis y la conocida como coca rosa. La Policía Nacional los detuvo y el juez decretó la libertad con cargos para el agente fallecido, que estaba de baja médica, y envió a prisión a los otros cuatro como investigados por un delito contra la salud pública.
Esta semana, el juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol decretó su libertad provisional a espera de juicio. Deberán entregar sus pasaportes y dos de ellos tienen que abonar una fianza de 20.000 euros.
Óscar Piñón, que llevaba ya tiempo apartado del servicio, quedó en libertad porque en el registro de su casa de Ferrol, no se encontraron estupefacientes. Eso sí, salió a la calle con cargos y bajo una investigación promovida por asuntos internos del Cuerpo Nacional de Policía. Además, ninguno de los otros cuatro arrestados declaró contra él.
La investigación prosiguió y contra este agente que arrastraba problemas psicológicos desde hace tiempo y que abusaba del alcohol mezclándolo con las drogas no encontraron nada. Solo contra las personas que se encontraban aquella tarde junto a él en una casa de Valdoviño.
Tras aquella redada, llegaron otras. Una en el domicilio de uno de los detenidos, en el barrio ferrolano de Canido, y una más en la casa de Óscar, que residía con su padre. En su casa no se encontró nada, pero en la vivienda de Valdoviño había 161 gramos de cocaína, una bolsa con 18 pastillas de éxtasis y siete bolsitas: una con 18 pastillas de éxtasis, otra con 23 de coca rosa, siete gramos de cristal en otro envoltorio de plástico, y el resto de bolsitas con más cocaína.
En la vivienda de otro de los detenidos, en Canido, se encontraron siete pastillas de coca rosa y la misma sustancia en polvo (más de un gramo), además de cocaína. Pero en este domicilio se halló, además, una riñonera con utensilios para mezclar sustancias: una báscula de precisión, una cuchara pequeña y papelinas para envolver presuntamente las diferentes composiciones. Los cuatro detenidos aseguran que todo eran provisiones para sus largas jornadas de fiesta que algunos fines de semana alargaban hasta el domingo. A los cuatro les gustaba evadirse con estas sustancias y al ritmo de música electrónica.