Manuel Suárez Pintor, comisario de la exposición «En pretérito seguinte»: «Echábamos de menos esa unión de los grupos artísticos de los 70 y 80»

FErnando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MIGUEL MIRAMONTES

La muestra colectiva puede visitarse en el Kiosco Alfonso hasta el día 28

15 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde su concepción, En pretérito seguinte quiso desmarcarse del concepto que comúnmente se tiene de una exposición de arte e ir un paso más allá. Por eso han organizado con la ONCE incluso visitas para personas invidentes.

—¿Cómo fue la experiencia?

—Muy gratificante. Te aseguro que al que más le llena es al artista. El público se fue encantado, como cualquiera que visita la exposición. Se lo pusimos fácil, nos tuvieron hablando de las obras en primera persona... Pero lo bueno nos lo llevamos nosotros, los artistas. Tengo una foto de dos personas tocando uno de mis cuadros que es algo que no tiene precio. Yo creo que ahí les llegó una parte creativa, artística, y otra parte afectiva, de cercanía, muy potente.

—Han querido distinguir la exposición con estas iniciativas.

—Empezando por el propio catálogo, que tiene un audio encriptado, un código QR que te lleva a escuchar el testimonio de los propios autores, además del texto hablado de Yolanda Castaño. Pero es que en la entrada hay también otro QR que sirve de audioguía, y nos dimos cuenta de que ese es un elemento de inclusión buenísimo. Queremos que quede esa conciencia. Lo primero es el arte, pero si además puedes mejorar el formato de la exposición con un simple gesto, metiendo un audio, y llegar así a más gente, pues mucho mejor.

—El futuro de las exposiciones de arte tiene que ir por ahí.

—Tiene que evolucionar todo, no podemos quedarnos en el concepto decimonónico de exposición. Hicimos un Instagram, @enpreteritoseguinte, solo para la exposición, y lo fuimos actualizando día a día con montajes, directos... Tenemos armas para hacer cosas muy interesantes, hay que aprovecharlas.

Hacía tiempo que no se hablaba tanto en la ciudad de una exposición conformada por obras de artistas locales. En pretérito seguinte, que puede verse en el Kiosco Alfonso hasta el día 28, ha conseguido trascender del plano museístico para entrar en el social y convertirse así en tema de conversación más allá de los círculos artísticos. Y eso que la propuesta era arriesgada. Seis artistas que en un principio puede parecer que nada tienen que ver entre sí —Correa Corredoira, Lara Pintos, Mico Rabuñal, Pilar Cancio, Samuel Castro y Manuel Suárez—, sin un discurso expositivo aparente que vaya más allá del aquí y el ahora. «Fue como volver al espíritu de los años de A Galga o Atlántica, lo que me congratula muchísimo, me hace volver a respirar la ilusión de que entre todos podemos hacernos con el timón y vehicular la realidad a través del arte», asegura Correa Corredoira, patriarca de los participantes en esta colectiva. Manuel Suárez (A Coruña, 1972) fue el encargado de intentar poner orden en todo esto.

—¿Confiaban en que la exposición tendría tanto éxito?

—Era imposible prever un éxito así. Lo único que sabíamos era que la exposición estaba muy cuidada y muy mimada. Pero te aseguro que nadie esperaba tanto. Imagínate, el catálogo se agotó en menos de dos semanas.

—Y eso que se trata de una exposición en cierto modo arriesgada: seis autores tan diferentes...

—Ahí está el tema, ese es el gran guion de la exposición: que realmente no tiene guion alguno. Se suele buscar el porqué de las cosas, pues en este caso es, simplemente, ¿por qué no? Somos artistas que nos conocemos desde hace tiempo y habíamos hablado de hacer algo así en varias ocasiones. Pero la chispa surgió ahora. Sin más.

—Estilísticamente son muy diferentes.

—Tenemos registros muy distintos, sin duda, y creo que ahí radica el secreto del éxito de la exposición, ese revuelo que ha creado entre el público. Es como visitar una feria de arte, sales satisfecho, lleno, con cosas que contar, con cosas en las que pensar y con la experiencia de ver seis registros tan distintos, que es algo difícil.

—Asegura Correa Corredoira que le recuerda a las exposiciones de aquellos movimientos de vanguardia como Sisga, A Carón, A Galga...

—Esa intención estaba presente, porque es algo que se echaba de menos. Había un relevo no tomado, por las causas que fuesen, de esos grupos artísticos de los setenta y ochenta. Y en cierto modo lo hemos remediado. Y me alegra que Correa lo haya visto así. Había que retomar esas exposiciones colectivas de artistas vivos, trabajando, cosa que antes se hacía mucho. Y si puedes hacerlo contando con artistas como estos, pues ya se convierte en un honor.

—¿Cree que saldrá de aquí un grupo artístico, que se recordará a la generación Pretérito Seguinte?

—No sé si se hablará de nosotros. Pero nosotros sí que hablaremos, claro, porque estamos unidos y encantados de haber hecho algo así. Aunque no hemos formado un grupo como El Paso. Lo que hemos hecho es iniciar un formato que nos parece especialmente interesante.

—¿Tendrá continuidad este formato?

—El Ayuntamiento nos ha dicho que les ha gustado mucho y que quieren repetir, pero no sé más. Aunque solo eso ya hace que todo compense, nos da la razón y nos ratifica. Ahora tendrán que venir más artistas, más propuestas, más comisarios... Parece que esto puede ser el pistoletazo de salida para consolidar este formato.

—Figurarán como los pioneros.

—Sí, eso no nos lo quita nadie. Y nosotros, encantados.

—Antes de que se clausure la exposición tienen varias sorpresas preparadas.

—El próximo sábado, el día 20, es el Día de los Museos y habrá dos visitas guiadas. Pero ojo, serán los propios autores los que realicen esas visitas. Además habrá una mesa redonda y una charla sobre el proceso creativo, donde estaremos todos participando. Pero para eso hay que apuntarse a través de la página web del Ayuntamiento o enviando un correo a manuelsuarezarte@gmail.com con la solicitud para participar. Será como un colofón.

«No podemos quedarnos en el concepto decimonónico de exposición»

Desde su concepción, En pretérito seguinte quiso desmarcarse del concepto que comúnmente se tiene de una exposición de arte e ir un paso más allá. Por eso han organizado con la ONCE incluso visitas para personas invidentes.

—¿Cómo fue la experiencia?

—Muy gratificante. Te aseguro que al que más le llena es al artista. El público se fue encantado, como cualquiera que visita la exposición. Se lo pusimos fácil, nos tuvieron hablando de las obras en primera persona... Pero lo bueno nos lo llevamos nosotros, los artistas. Tengo una foto de dos personas tocando uno de mis cuadros que es algo que no tiene precio. Yo creo que ahí les llegó una parte creativa, artística, y otra parte afectiva, de cercanía, muy potente.

—Han querido distinguir la exposición con estas iniciativas.

—Empezando por el propio catálogo, que tiene un audio encriptado, un código QR que te lleva a escuchar el testimonio de los propios autores, además del texto hablado de Yolanda Castaño. Pero es que en la entrada hay también otro QR que sirve de audioguía, y nos dimos cuenta de que ese es un elemento de inclusión buenísimo. Queremos que quede esa conciencia. Lo primero es el arte, pero si además puedes mejorar el formato de la exposición con un simple gesto, metiendo un audio, y llegar así a más gente, pues mucho mejor.

—El futuro de las exposiciones de arte tiene que ir por ahí.

—Tiene que evolucionar todo, no podemos quedarnos en el concepto decimonónico de exposición. Hicimos un Instagram, @enpreteritoseguinte, solo para la exposición, y lo fuimos actualizando día a día con montajes, directos... Tenemos armas para hacer cosas muy interesantes, hay que aprovecharlas.