La estética, la comodidad y la sostenibilidad priman en los jardines del área de A Coruña

A. G. / M. R A CORUÑA

A CORUÑA

Las flores y las plantas son una pequeña parte de Jardiland.
Las flores y las plantas son una pequeña parte de Jardiland.

La llegada de la primavera dispara la demanda de material de jardinería, toldos, piscinas y luz exterior

14 abr 2023 . Actualizado a las 17:04 h.

 Aquellos que disfrutan de pasar las inconfundibles tardes de verano junto a sus piscinas, de cenar al aire libre en una agradable velada o de desayunar sobre un porche oliendo el aroma de las flores estivales ya están pensando en cómo van a decorar este año sus jardines, esos lugares tan amados de las casas.

Y es que los espacios exteriores dan mucho más trabajo del que parece, sobre todo para los que quieren estar a la última y equipar sus hogares con los artículos más adecuados. La sostenibilidad es una de las claves de las tendencias que se aplican este año, en el que triunfan los estilos griegos, los pequeños huertos ecológicos, los jardines naturalizados o la vegetación autóctona.

Más que plantas

Sin embargo, no solo hay que pensar en cuidar el césped y las plantas, pues hay muchos otros componentes que ayudan a proporcionar un toque de personalidad y diseño al jardín. Entre estas piezas se encuentran muebles, artículos de decoración, elementos de iluminación, hamacas, mesas, sillas y toldos. Precisamente, para escoger estas cubiertas de tela que se ven en algunas casas y en muchos establecimientos comerciales y hosteleros hay que tener en cuenta varios aspectos. «Siempre hay que fijarse en la estructura de la casa. La forma, el diseño y el estilo son algo esencial porque un toldo tiene una estructura de alumino y el inmueble está pintado de un color determinado. Además, hay que contemplar de qué tono es el lacado del aluminio que tenemos en las ventanas y la gama de la fachada», explica Ana Mahía, del departamento comercial de la empresa Toldos Gómez, que tiene en Bergondo una de sus sedes. Dos de sus productos estrellas en esta época son las pérgolas de sus gamas Eume y Lérez. Este elemento no es un toldo convencional, pues no va sujeto a la pared, sino que se trata de una estructura anclada, como un cenador, que se puede colocar en cualquier parte del jardín. «La ventaja esencial es que ganas como un porche añadido», aclara, antes de ejemplificar algunas de sus funciones: «Se puede poner en la piscina o en el medio del jardín si el usuario quiere sombra, pero cuando prefiera que le dé el sol solo tiene que descorrer el toldo».

Ana Mahía, de Toldos Gómez.
Ana Mahía, de Toldos Gómez.

Un producto querido

Mahía revela que cada vez hay más gente que demanda estas pérgolas y los motivos son varios. «Estéticamente son muy bonitas y no es un toldo típico de las fachadas de los negocios. Son estructuras con líneas más cuidadas, más modernas, que encajan en cualquier casa, por ejemplo, para las cubistas «van muy bien». «Están pensadas para viviendas que tienen finca, espacios ajardinados, y muchos optan por poner debajo una mesita», concreta.

No es inusual ver pérgolas en eventos o en los exteriores de algún restaurante, pues son una opción perfecta para cenar fuera de casa pero sin preocuparse de que comience a hacer un poco de frío, ya que su tela protege del viento a los comensales. Son, en definitiva, como las estructuras de las terrazas de la plaza de María Pita.

Conocedora de algunas meteduras de pata que se pueden cometer a la hora de combinar toldos, la responsable aconseja emparejar las telas con cojines blancos, plantas y luces led.

Iluminación con placas solares, cada vez más demandada

El respeto al medio ambiente y los artículos inteligentes son dos tendencias que encandilan a cualquier cliente que quiere engalanar las entradas y jardines de su hogar. Por ese motivo, la iluminación solar para exteriores que vende la compañía coruñesa Distrelec está arrasando. «Son lámparas led que se cargan mediante placas solares ellas solas y cuentan con baterías», explica Luis Muñoz, gerente de la empresa.

Dorly Cárdenas, de Distrelec.
Dorly Cárdenas, de Distrelec. MIGUEL MIRAMONTES

Las placas solares se duplican

De esta forma, se traslada al alumbrado exterior, con paneles más pequeños, el auténtico bum de la energía fotovoltaica que vive A Coruña, ya que en un año y medio el número de instalaciones de autoconsumo se duplicó en la provincia, al pasar de las 1.120 en junio del 2022 a las 2.269 en febrero del 2023, según los datos de la Consellería de Economía, Industria e Innovación.

Con el fin de adaptarse a las necesidades de cada uno, Distrelec vende diferentes tamaños y formas de estas luminarias, como farolas o proyectores. Sus ventajas son evidentes: el ahorro de consumo eléctrico y la comodidad, ya que las puede colocar uno mismo porque no necesitan instalación eléctrica ni cables. «No requieren tener un conocimiento amplio. Lo fijas al sitio y en el folleto pone cómo tiene que estar orientado para tener la mejor carga solar», concreta Muñoz.

Asimismo, estos aparatos pueden ser programados para que se enciendan automáticamente, ya que cuentan con un sensor que percibe cuándo se hace de noche o en qué momento hay movimiento, por lo que cada usuario puede programarlas para que se enciendan cuando deseen, bien cuando se haya ocultado el sol o cuando lleguen los moradores de la vivienda.

«Cada vez se venden más porque son muy novedosas», asegura el gerente. Aunque también son más costosas debido a las ventajas que incorporan. Para muchos merece la pena el esfuerzo por lo que se ahorran en luz.

Aunque muchos se cuestionan si el clima coruñés es apropiado para las placas solares, lo cierto es que «es suficiente», porque en A Coruña «hay muchas horas de luz», aunque en los días nublados la producción sea menor, estos paneles se cargan «enseguida».

Los rincones del Edén

La primera residencia humana fue un jardín. Estaba en el Edén. Lo relata el libro del Génesis y los estudiosos lo han situado entre los ríos Éufrates y Tigris, allá por Oriente Medio. Unos cuantos miles de años después, en torno a ríos y rías de As Mariñas coruñesas, el objetivo de muchas personas sigue siendo habilitar en su residencia, desde una finca hasta el rincón de un piso pasando por una casa, un rincón del Edén donde disfrutar de la naturaleza.

La llegada de la primavera dispara el ansia de salir al exterior, a las terraza, a los jardines. Las opciones son múltiples y por ello la demanda de plantas, semillas, abonos, hamacas, barbacoas y demás elementos de jardinería aumenta. Un ejemplo de ello podía verse el Domingo de Resurrección, último día de las vacaciones de Semana Santa, en las instalaciones de Jardiland, en Oleiros. Una fila de olivos, en venta, daba la bienvenida a los clientes de este centro comercial. En el soleado mediodía dominical, decenas de personas recorrían las instalaciones. «¡Mamá! Me empujas», pedía un crío tirado en una tumbona para colgar. «Sí, ahora mismo», respondía con sorna la madre, mientras, con otros familiares, echaba el ojo al precio de una barbacoa. Otra madre, empujando el carro de su bebé, buscaba algo más que la solitaria planta que ya había elegido.

«O llevo el geranio para poner en el jardín. Pero se me va a secar», apuntaba a su marido una mujer de mediana edad en cuyo carro de la compra había casi una decena de plantas ornamentales.

Precisamente ese domingo concluían los doce días de promoción de primavera bajo el lema Despierta mi naturaleza con ofertas en mesas, sillas, tumbonas y una larga lista de elementos. «Tanto si tienes un gran jardín como una pequeña terraza o patio, cuidarlo es fundamental para que luzca bonito durante todo el año», apuntan en su web los responsables del centro.

Jardiland ofrece también intangibles como los consejos prácticos que el personal va regalando a los clientes. A veces son datos obvios y así en el rincón de las semillas un empleado explica a una compradora: «Si lo plantas ahora en junio o julio tendría que salir...». En otros casos no dejan de sorprender las afables explicaciones al mostrar el más que notable conocimiento de los productos: «¿Raticida? Para ratas o para ratones». La pareja de abuelos que demanda el producto, sorprendida por la pregunta, explica la situación y describe los restos que en la casa les están dejando los roedores. «Esos son ratones», sentencia el empleado, para aconsejar un raticida con el que «quedan pegados». Los clientes lo agradecen con sonrisas, quizá pensando en la desaparición de los incómodos visitantes de su casa.

Claro que más habitual que para la eliminación de animales, la oferta que puede verse en las estanterías del centro es sobre todo para el cuidado de los mismos, en un amplio abanico que incluye perros, gatos, peces, pájaros, reptiles e incluso roedores: conejos, chinchillas, cobayas, hurones o ardillas.

«Este está bien», comenta a su pareja un cliente ante un mueble para el jardín. Y es que la comodidad es un elemento básico a la hora de preparar ese espacio ajardinado en el que poder disfrutar de «un aperitivo a pleno sol, una cena romántica bajo las estrellas, una comida familiar… Tanto si sois muchos o pocos en casa, como si tenéis más o menos metros disponibles...», publicitan.

La decoración de exteriores, los cerramientos que faciliten la intimidad, la instalación de fuentes o de esas casetas en la que guardar el material de jardinería, entre otras cosas, son otros elementos disponibles para habilitar esos rincones del Edén.

Los días de sol aumentan las llamadas para hacer piscinas

«Tranquilos. Normalidad. Esto no es como en los años del desmadre. Ahora estaremos como antes de la pandemia o quizá con un pelín menos de demanda». Así resume la situación de la instalación de piscinas Carlos Jesús Ferrín, de la firma Piscinas Homesports, ubicada en Sada. Apunta que cuestiones de la coyuntura socioeconómica actual como la subida de los precios y de las hipotecas llevan a los posibles compradores a ser cautos. Con todo ello «la gente está preocupada» y aunque tengan en la cabeza la idea de instalar una piscina la van madurando poco a poco.

Atrás quedó algún año en el que a principios de enero ya tenían apalabrado todo el trabajo que podían asumir hasta diciembre, «cuando lo normal es empezar a tener problemas para atender la demanda a partir de mayo o junio». Esto ocurrió en plena pandemia y recuerda Ferrín cómo se pasaron unos tres meses diciendo a los clientes que no podían instalarles la piscina.

Con 15 años de experiencia, esta firma comercializa instalaciones de madera en la provincia de A Coruña. La preparan en una semana y para ello cuentan con empresas que se encargan de tareas como el movimiento de tierras o lo relativo a la instalación eléctrica.

Destaca Ferrín que al trabajar con materiales desmontables tienen ventajas para el acceso a determinados lugares, algo que les facilitó, por ejemplo, poder instalar una piscina en una urbanización cerrada: «Metimos todo el material por una puerta. Si no fuera desmontable tendrían que instalar una grúa para llevar los materiales».

Como curiosidad, apunta un fenómeno que se da en los días de sol: «Con el calor hay muchas más llamadas de lo normal» para pedir información y hacer visitas de cara a la compra e instalación de una piscina. A ello se une que en los meses previos al verano, sobre todo mayo y junio, también aparecen nuevos clientes con el deseo de tener una lo antes posible.

Plazos más largos

«Estamos recuperando la demanda con una situación similar a antes de la pandemia», constata Carlos Vilas, responsable de Multiocio Galicia SL. Esta es una firma radicada en Oleiros que construye piscinas en toda Galicia y se encarga del mantenimiento de las mismas sobre todo en A Coruña y su entorno, Santiago y Ferrol.

Detalla Vilas que, si bien la demanda puede estar un poco por debajo de los años previos a la pandemia, ahora «los plazos son más largos de lo normal». Esto se debe a que «salvo el palista para mover la tierra, todo lo hacemos con mano de obra propia, desde el principio hasta el tratamiento del agua». Es uno de los motivos por los que están dando plazos para nuevas construcciones para el inicio del año que viene.

Recuerda que este es un sector ligado al de la construcción y es precisamente en nuevas urbanizaciones de Oleiros como las de Perillo o Xaz donde están haciendo piscinas. Además «se está construyendo mucha vivienda unifamiliar» en la que antes o después acaban poniendo una piscina. Calcula que el ritmo de la demanda actual puede mantenerse dos o tres años. «Tenemos en contra la subida de los tipos de interés», destaca Vilas, si bien «la mayor parte de la gente no financia la piscina, aunque nosotros les ofrecemos esa posibilidad».