El centro García Sabell de A Coruña, dedicado a la inclusión social y laboral, reabre tras nueve años

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MIGUEL MIRAMONTES

El espacio cerró porque las humedades y averías eléctricas provocaban descargas

31 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El centro García Sabell abrió este jueves sus puertas después de prácticamente nueve años de cierre provocados por el mal estado en el que se encontraba. Para su reapertura se realizó una inversión de 521.171,20 euros, de los que 416.936,96 procedieron de fondos de la estrategia Edusi.

Este espacio se convertirá en un punto de referencia para albergar dispositivos de acompañamiento para la inserción social y laboral de personas en riesgo o en exclusión social. A través de la reforma se podrá llevar a cabo una atención específica, personalizada, transdisciplinar y pensada en las necesidades detectadas, con un carácter muy participativo de la persona a la que va dirigida. La intención es que cada ciudadano que acuda a estas instalaciones se convierta en el protagonista del «deseño do seu circuíto cara a súa inserción social e laboral».

«Con iniciativas como este centro García Sabell, A Coruña avanza cara ese modelo de cidade máis social que vimos deseñando coa posta en marcha doutros espazos como o Quiosco Down ou o Espazo Xuvenil do Remanso», aseguró la alcaldesa, Inés Rey, durante el acto de inauguración.

En el equipamiento trabajarán equipos técnicos de la Administración local y de entidades del tercer sector especializadas en atención a colectivos altamente vulnerables. 

Cuatro zonas autónomas

La actuación realizada consiste en la remodelación total de la planta semisótano del inmueble, con 633,82 metros cuadrados de superficie construida. El espacio estaba dividido en diversas salas y despachos distribuidos a lo largo de un corredor central que ahora se rediseñaron para acoger cuatro zonas que podrán funcionar de forma autónoma y con accesos independientes.

El centro García Sabell echó el cierre en abril del 2014 porque las paredes del edificio daban descargas eléctricas. El inmueble sufría un serio problema de humedades que, combinado con una avería eléctrica, provocaba esta peligrosa situación. En primer lugar se clausuró durante dos meses, pero finalmente no volvió a abrir hasta este 30 de marzo, casi nueve años más tarde.