El Eurovisión de los pequeños de Ucrania se celebrará en A Coruña: «Este concurso es una oportunidad para volver a sentirme una niña»

Caterina Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Tereta Berbel, de Asdegal, junto a Oksana Ponomarova y su hija Bohdana, promotoras de la iniciativa
Tereta Berbel, de Asdegal, junto a Oksana Ponomarova y su hija Bohdana, promotoras de la iniciativa MIGUEL MIRAMONTES

Desde Adegal organizan un festival para «salvar el sueño» de los menores del país

09 abr 2023 . Actualizado a las 22:17 h.

Más de un año de guerra y cientos de sueños perdidos. El balance de la guerra de Ucrania deja a miles de refugiados repartidos por todo el mundo, que ahora se unen de la mano de la iniciativa de Oksana Ponomarova, miembro de la Asociación de Artistas de Variedades de Ucrania y titular de la Orden de la Berehynia, que abandonó Jersón en coche con su hija y se instaló en A Coruña para escapar de las bombas. «En mi país era organizadora de eventos por lo que realicé muchos festivales artísticos. Muchos niños, que sigue en Ucrania o que están en otros países refugiados, me escriben para saber cuándo volverán los concursos. Por eso, hemos puesto en marcha un maratón creativo benéfico internacional con el objetivo de que mantengan su sueño y tenga esperanza de que la guerra va a acabar y van a poder recuperar su infancia», indica.

Con esa premisa, Oksana, de 45 años, junto a su hija, Bohdana, de 17 años, comenzaron la iniciativa, denominada Star Waves, con la ayuda de Tereta Berbel, vicepresidenta de Asdegal. «Hemos pedido a los participante que graben un vídeo sobre sus sueños, la mayoría piden que acabe el conflicto y poder vivir sin bombardeos». Entre los más emotivos de los recibidos hasta ahora está el de Myroslava Kovalchuc, en el sudoeste de Ucrania. «Hace un año iba feliz a la escuela. Gané varios concursos, festivales y certámenes nacionales e internacionales. El 24 de febrero del 2022 no solo cambió mi vida, sino que las separó un antes y un después. A los 10 años aprendí lo que es la guerra», dice la niña, que añade que el concurso promovido desde A Coruña «es una pequeña oportunidad para volver a sentirme como una niña de 10 años».

Final presencial el 27 de mayo

Su duro relato conmueve a los organizadores, que recaudan fondos para poder traer a unos 40 participantes a la ciudad herculina para celebrar la final del concurso. «Será el 27 de mayo, pero lo que buscamos es que puedan estar 5 días y 4 noches en A Coruña. La mayoría de los inscritos son menores que siguen en Ucrania, por lo que estamos viendo opciones de fletar un autobús desde allí y también buscamos acuerdos con hoteles para gestionar su estancia aquí», explican desde Asdegal. Para recaudar fondos han puesto en marcha una campaña de crowdfunding de forma que se puede colaborar desde la web de la oenegé y

En la actualidad, la iniciativa cuenta con más de 300 inscritos. «Hay varias categorías y nos han escrito de todas partes, muchos refugiados desde Israel, Serbia, Polonia o Alemania», relata Bohdana, que a sus 17 años colabora activamente con la oenegé para ayudar a su país desde Galicia. «Queremos volver y mi madre dice que seguro que lo hacemos antes de que acabe la guerra, porque no le vemos fin. De momento, seguimos fuera porque podemos ayudar más a nuestro país así». Porque su madre, Oksana, trabaja para enviar productos a los militares. «Mi hermano está en el ejército, no tienen de nada, y desde aquí les envíamos paquete de productos básicos de higiene, como pastas de diente o cepillos, para que tengan en el frente y también para repartir en las zonas que ocuparon los rusos. Antes de irse de ellas, destruyen todo, por lo que no hay nada o lo que se vende está a un precio carísimo que la gente no pueden pagar».

Sobre cómo la guerra cambió su vida, dice que «no la cambió, la destruyó, tuvimos que empezar de nuevo aquí y cuando volvamos tenemos que empezar de cero allí». De momento, se gana la vida como camarera en un bar de Matogrande. «La mayor parte del salario se destina a pagar el alquiler, que están muy caros, pero bueno, tenemos ayuda de otras asociaciones que nos donan productos y alimentos», detalla. Mientras ella trabaja, su hija estudia en el instituto de Zalaeta. «Estoy contenta, los profes me ayudan mucho proque las matemáticas me resultan muy complicadas porque las explicaciones son muy diferentes a las de Ucrania». En lo que sacará sin duda un 10 es en español. «No sabía nada del idioma hasta venir a A Coruña», confiesa.