El Concello poda un ejemplar afectado para evitar riesgo a los transeúntes
20 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La Casa das Palmeiras, según consta en el catálogo de bienes culturales, naturales y paisajísticos de Cambre, es un inmueble con dos edificios simétricos construidos en 1912 a pie de ría, en O Temple. Hace años albergó el archivo, pero en estos momentos es una de las casas de la juventud municipales. Los ejemplares que les dan nombre son tres palmeras situadas en los laterales, pero una de ellas ha sido atacada por el picudo y ha perdido su imagen característica.
Desde el Concello señalan que optaron por hacer una «cirurxía árborea» debido a que aunque llevaron a cabo un tratamiento frente al picudo, este le afectó. Los especialistas recomendaron practicar esta poda, ya que el ejemplar, situado en la zona más próxima a la Costa da Tapia, estaba perdiendo todas las hojas. Estimaron que su caída podría suponer un riesgo debido a la proximidad de la palmera a la parada del bus y al parque infantil.
Remarcan que apostaron por este método para intentar salvar una palmera que se considera importante tanto por su simbolismo como por ser una planta de gran tamaño.«A empresa que realizou esta operación é moi optimista cos posibles resultados destes traballos, pero as comprobacións faranse na primavera», avanzan desde el Concello.
El picudo rojo es un escarabajo que se estima que llegó a España en los años 90 desde el sudeste asiático, atacó con dureza los ejemplares de la provincia de Pontevedra desde el 2013. En los últimos años también ha diezmado muchas en la provincia de A Coruña, ya que tiene una gran capacidad de propagación.
En estos momentos, hay muchos ejemplares amenazados y algunos concellos, como A Coruña en el 2018, comenzaron a podar palmeras que habían sido atacadas para intentar salvar al resto. La pasada semana era el de Culleredo el que anunciaba que también ha tenido que eliminar tres ejemplares debido a su estado irrecuperable y ahora trata de salvar el de la iglesia de Vilaboa. Desde distintas instituciones han lanzado campañas para que los particulares traten sus palmeras para que no se siga propagando el picudo, pero los expertos reconocen que continúa su avance porque los tratamientos suponen dedicación y dinero.
