Francisco Martelo, Presidente de la Real Academia de Medicina de Galicia, señala que «deben cumplirse los plazos anunciados hasta conseguir el gran hospital»
06 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La necesidad de planificar un hospital que pudiese dar, durante décadas, una respuesta sanitaria global (asistencial investigadora y docente) fue tomada, para el Chuac en un tiempo turbulento de inestabilidad sanitaria.
En cualquier opinión crítica hay polémica. No estoy en condiciones y, si lo estuviese tampoco lo haría, de descubrir todos los visillos y cortinas que nos permitiesen ver las circunstancias que llevaron a mantener el viejo hospital actual. Se asumen importantísimas modificaciones de la obsoleta estructura del inmueble, construyendo alrededor otros edificios nuevos y modificando el calamitoso entorno, con obras costosas, para conseguir los accesos adecuados, asumiendo que el buque tiene que seguir navegando para dar respuesta a la asistencia médico quirúrgica del centro, en medio de las molestias a profesionales y usuarios.
Pero, una vez tomada la decisión, todos debemos asumirla como nuestra. Deben cumplirse los plazos anunciados hasta conseguir el gran hospital que siga siendo una referencia para muchos pacientes de dentro y fuera de nuestra autonomía. Es fácil saber lo que se necesita en el presente, pero el riesgo precisamente está en construir un hospital para dar respuesta a las necesidades del futuro, atosigados por el retraso de la patología no tratada durante la pandemia y la asistencia a los nuevos pacientes, con planes directores incumplidos, por la premura de solucionar el día a día.
El hospital tiene que ser construido para dar respuesta a las necesidades de la próximos decenios en una asistencia en permanente cambio, donde lo difícil es predecir cuáles van a ser las necesidades estructurales de las áreas asistenciales y de las unidades de apoyo con la medicina personalizada, la inteligencia artificial, los nuevos fármacos y la permanente innovación tecnológica. Debe ayudarnos la información de los hospitales totalmente nuevos construidos en las todas las ciudades gallegas. Copiemos sus virtudes.
Ha pasado el período de serena meditación. Hay que ir contra el tiempo. Hay que ser respetuoso con los que hacen y no con los contacontos. Tienen que pactar entre sí, las distintas administraciones sin dilaciones. Tiene que estar presente la generosidad por parte de todos para que tome cuerpo todo el plan estratégico que nos proporcione el hospital adecuado para el tiempo presente y para el cambiante futuro, creando ilusión en todos nuestros profesionales y en los usuarios. Solo hay una cosa con la misma o mayor trascendencia que la geografía del hospital. Retener a los profesionales con talento y hacer atractivo el centro a los que están fuera, para conseguir el nivel más alto posible de capacidad de mejora y de liderazgo. No ignoren A Coruña.