Un hostelero de Cambre premiado con el gordo: «Este dinero no te quita de trabajar»

E. Silveira / C. Devesa A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ELENA SILVEIRA

Aunque El Gaucho Díaz I estuvo cerrado, otros locales la zona siguieron su rutina

24 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Darío es el propietario del local El 17 en O Temple (Cambre). Intercambió un décimo de la lotería de Navidad, como todos los años, con Carlos Lamas, el propietario de El Gaucho Díaz I, donde el jueves se repartieron 120 millones de euros del gordo. Es decir unos 300 décimos entre clientes, amigos y todo el personal. Él fue uno de los primeros en compartir la alegría con Carlos Lamas. Se abrazaron y se felicitaron porque, como decía uno de los que festejaban la lluvia de millones, «Es verdad. Ocurre de verdad, no es que solo lo veas en la tele».

Tras las primeras horas de esa mezcla de estupor y de alegría, de brindar con champán, llegó la tarde del jueves y hubo quien quiso seguir la fiesta. Así que Darío, con ayuda de sus empleados, tuvo una jornada de trabajo desenfrenado de servir cafés, refrescos y copas. «Yo me quedé hasta las 3 de la madrugada recogiendo todo», confirmaba ayer sin perder la sonrisa por saberse dueño de 400.000 euros, menos lo que se queda Hacienda, claro.

Sin embargo, no se dejó llevar por las emociones y ayer llegó al bar a las 11.30 horas para preparar el cátering que tenía comprometido para un grupo de diez personas en el local de la empresa Saunier Duval Vaillant, justo al lado. Así que sirvió cafés, se colgó el mandil y se puso en la cocina a preparar los pinchos y las bebidas. «Ya ves, tienes que seguir atendiendo el negocio porque este premio no te quita de trabajar», decía de forma muy sensata. De hecho, él tiene pensado repartir parte del premio con familia muy cercana y tan solo se va a dar un capricho, aunque todavía tendrá que sacarse el carné de moto: «Ayer estuve mirando en varias páginas web modelos de Harley Davidson», confesaba sonriendo.

También confirmaba mientras atendía a sus clientes junto a Carla, la camarera a quien también le costó levantarse para abrir el local a las siete de la mañana, que no tiene pensado cerrar el bar, pero tampoco invertirá el dinero en abrir otro negocio: «Ya tuve dos a la vez y fue una locura». Así que tiene previsto pagar deudas pendientes e intentar no dejarse llevar por malos consejeros: «Es que ahora, de repente, tengo muchas amistades e, incluso me dicen que soy más guapo», comentaba con retranca. Y aclaraba también los rumores que andan volando de boca en boca: «Dicen que tengo tres décimos. Pero ojalá... la verdad es que ahora no soy rico, pero sí delicioso», bromeaba detrás de la barra. Con tanto trajín todavía no pudo responder a los cerca de cien WhatsApp que le llegaron al móvil. 

A tónicas en la calle Barcelona

La administración a la que el restaurante compró los décimos se encuentra en la entrada de las galerías de la calle Barcelona, en A Coruña, donde solo perviven cuatro negocios. «A mí no me tocó, pero normal, yo nunca juego. Me alegro igual de que haya caído en la zona», comentó Daniel Castro, dueño de Tatuart. En frente de ese local está una pescadería. «Nosotros compramos ahí la lotería, pero teníamos otros números, así que hay que seguir trabajando, pero felices de que le haya tocado a varios vecinos», indicó el dueño.

Entre los afortunados, alguno se dejó ver ayer por el barrio. Fue el caso de Miguel Ángel Sánchez, del Sindicato de Trabajadores de Limpieza, que se acercó a tomar algo a un bar próximo a La diosa de la fortuna, que vendió el 05490. «Estoy a tónicas, que lo celebramos bien», apuntó el hombre, que después se iba a trabajar. En la agrupación solo él y otro compañero compraron ese décimo. «Del otro no sabemos nada, desapareció», dijo entre risas. «E a min vendéronme o acabado en 80, en vez de en 90, xa lles vale», señaló otro vecino, que manifestó: «Non creo que no sorteo do Neno volva caer aquí, pero hai que probar sorte. Alégrome de que caese no barrio».

«El jueves ya vino gente a ingresar el décimo premiado»

Los trabajadores de todas las oficinas bancarias de Cambre y alrededores no tardaron en ponerse a buscar agraciados por el sorteo de Navidad y, de hecho, el jueves ya aparecieron algunos en El Gaucho Díaz I, intentando ofrecer, muy discretamente, sus servicios financieros. Y ayer el trabajo era, quizás, más intenso, pero también más reposado. Porque entre la alegría, la sorpresa y las celebraciones los agraciados con el gordo ni escuchaban las ofertas.

Según confirmaron responsables de algunas oficinas bancarias, el jueves por la tarde estuvieron abiertos para que los afortunados pudieran ingresar y cobrar sus décimos premiados. «Sí, sí, el jueves por la tarde ya tuvimos gente que vino a hacer las gestiones», confirmaron en una oficina bancaria. Y ayer, además de la gente que pudo acudir de forma voluntaria a las oficinas bancarias, los trabajadores también salieron a la calle para captar posibles clientes: «Conocemos a todos nuestros clientes, que normalmente son gente del barrio, así que vamos preguntando, entrando en los comercios, porque entre ellos siempre comentan y saben...». Los agentes bancarios suelen repartirse las zonas y explicaban que, por suerte, este año tendrán bastante trabajo. «Nos relacionamos con la gente, ellos nos conocen, así que esto se lleva con alegría», decían. En cuanto a los trámites aclararon que son sencillos y no duran más de una hora: «Nos entregan el décimo y se le hace el ingreso en cuenta casi de forma inmediata. Descontando las deducciones, al cliente le quedan unos 328.000 euros de los 400.000 del premio». Lo habitual es que esta operación se haga pronto, aunque se puede cobrar el dinero en tres meses. «Lo importante es tener el dinero a buen recaudo», recomendaban.