El secretario general del STL investigado por presuntos delitos fiscales alardeaba de que le había tocado la lotería

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Miguel Ángel Sánchez, secretario general del STL, el día de la lotería de Navidad del 2022
Miguel Ángel Sánchez, secretario general del STL, el día de la lotería de Navidad del 2022 MARCOS MÍGUEZ

Aseguró que él y otro compañero tenían cada uno un décimo premiado con 400.000 euros

23 feb 2023 . Actualizado a las 18:31 h.

Entre los cuatros detenidos por la Policía Nacional este miércoles en A Coruña en torno al Sindicato de Trabajadores de la Limpieza (STL) estaría Miguel Ángel Sánchez. El secretario general de esta organización fue uno de los protagonistas el pasado 22 de diciembre al presentarse como uno de los agraciados con el gordo de la lotería de Navidad, del que se vendieron 45 series en la administración La Diosa de la Fortuna, ubicada a menos de 90 metros de la sede del sindicato en el barrio del Agra do Orzán.

«Gastamos 9.000 euros en lotería para los trabajadores, pero los números repartidos entre todos no fueron premiados. A mayores un compañero y yo cogimos este», explicó aquel día Sánchez a La Voz de Galicia, aunque nunca llegó a trascender quién era el otro miembro del sindicato que compartía el número ganador con él.

Cada décimo del 05490 estaba agraciado con 400.000 euros y el despacho coruñés repartió 180 millones de euros, una cuarta parte del total del gordo de la lotería de Navidad. El secretario general del STL también aseguró que habían comprado los décimos «hace veinte días porque todos los años cogemos ahí lotería».

Al mismo tiempo que Miguel Ángel Sánchez, en torno a La Diosa de la Fortuna se congregaban otras personas que aseguraban ser portadoras de décimos del número premiado. Una vecina de 83 años y un camarero fueron otros de los que aquel día celebraron que la suerte les hubiese sonreído.

Al día siguiente se volvió a dejar ver por las inmediaciones de la administración de loterías. «Estoy a tónicas, que lo celebramos bien», apuntó Sánchez, quien bromeó que del otro agraciado «no sabemos nada, desapareció».