Pánico en el paseo de los Puentes al hombre que odia a los blancos y a los perros

A CORUÑA

El hombre duerme en los soportales del edificio
El hombre duerme en los soportales del edificio A. M .

Un indigente con problemas psiquiátricos, que ya hirió a un vecino y a un policía, tiene atemorizados a vecinos y usuarios del parque

06 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El hombre mete miedo. Nadie se le acerca. Ni los vecinos de un inmueble de la ronda de Nelle, que lo tienen viviendo bajo sus viviendas, ni los que sacan a sus perros al parque del paseo de los Puentes de A Coruña. Es verlo, y salir corriendo. Porque en el mejor de los casos van a ser insultados y amenazados. Porque en el peor, será golpeado. Así que lo mejor que pueden hacer los que residen o pasean junto a este hombre de origen africano es evitarlo. Dar un rodeo. 

Lleva meses durmiendo en los soportales del 142 de la ronda de Nelle, los que dan al paseo de los Puentes, en una atalaya desde la que se ve todo el parte, junto a las escaleras que dan acceso al mismo. «Ya casi nadie pasa por aquí. El que lo hace no vuelve porque se lo va a encontrar», cuenta uno de los vecinos. Siente rechazo a dos cosas: a las personas blancas y a los perros. «No hay nadie que se libre. Es cruzarte con él y recibir todo tipo de insultos por ser de raza blanca», afirma un residente. La otra obsesión que tiene son los animales de compañía. Es ver a alguien paseando a su perro e ir a por él. Y eso, viviendo frente a un parque en el que decenas de personas llevan a sus mascotas, los insultos y amenazas son el pan de cada minuto.

Hace dos semanas, este hombre protagonizó su acción más violenta. Y eso ha provocado entre los vecinos un gran temor y una llamada de auxilio a las autoridades. Según la policía, el individuo la tomó con un hombre, al que dedicó todo tipo de improperios. «Blanco de mierda», de decía. Hasta que lo agredió y tiró al suelo. De inmediato apareció una patrulla. Era tal su violencia, que cuando era detenido hirió a uno de los agentes. Al día siguiente, el hombre volvió a su colchón bajo los soportales. Haciendo lo mismo. O más, pues se le dio, cuentan los vecinos, por mover los contenedores para dejarlos en mitad de la ronda de Nelle, cortando la circulación. 

«Es un peligro. Tenemos pánico al salir. Yo antes de salir a la calle miro hacia todas partes», cuenta una vecina que pide a las autoridades que se ocupen de un hombre que «necesita ayuda psiquiátrica». Eso lo complica todo. Porque Servicios Sociales no puede actuar como lo hacen con los indigentes, con los que trabajan hasta convencerlos de ir a una residencia o refugio. La única solución posible pasa por una orden judicial que suele prolongarse en el tiempo. Porque primero ha de ser examinado por un forense y que este emita un informe que acredite que sea urgente su ingreso hospitalario. Mientras, los vecinos seguirán «desesperados y con pánico». Porque «un día puede que le de un brote violento y no sabemos qué puede llegar a hacer». El Ayuntamiento de A Coruña hará su parte, dicen fuentes municipales, pero no podrán llegar al final. Eso es responsabilidad de la Justicia.