
La Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) recibió a la Sinfónica de Castilla y León en una de las veladas más redondas de la temporada
16 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) recibió a la Sinfónica de Castilla y León en una de las veladas más redondas de la temporada hasta la fecha por la intensidad e implicación de cada uno de sus intérpretes. Desde la obertura de La princesa lejana, de Cherepnín se mostró el gran momento de forma que atraviesa el conjunto, redondo y empastado en cada sección, en una obra hermosa de la que Thierry Fischer potenció su cantabilidad, especialmente en una cuerda imponente.
En el complejo Concierto para violín nº 2, de Shostakóvich, Baiba Skride fue una artista sensible y apasionada, que supo negociar bien cada uno de los intervalos extremos que pide el autor. Más allá de su sonido cálido y una técnica a prueba de bomba, su notoria afinidad con la obra propició una interpretación memorable: impresionó en las complejas cadenzas y fascinó a los presentes por la emoción que es capaz de imprimir a la música. Thierry Fischer sacó chispas de la orquesta y los diálogos entre instrumentos y solista (en especial con las trompas) desprendieron química. El final, mano a mano entre una solista entregada y una orquesta al máximo, quedó para el recuerdo.
Volcánica Cuarta de Chaikovski que Fischer llevó con arrebato, trazo amplio, pulso vibrante y la complicidad de una orquesta de primera: los metales atacaron entradas certeras, la cuerda mostró una homogeneidad y amplitud superior y la madera sonó redonda y presente en cada nota. La versión cautivó desde la firmeza del andante sostenuto inicial, pasando por el juguetón scherzo (impecables cuerdas en pizzicato) y culminando en ese allegro con fuoco en el que la orquesta respondió de modo ejemplar a los requerimientos de una batuta salvaje, dejando a todos sin aliento. Desató, con justicia, una gran ovación.
La Sinfónica de Castilla y León demostró estar en su mejor momento. Es un placer ver a los músicos implicados para ofrecer lo mejor de sí mismos en cada compás. Ojalá la OSG esté a la misma altura al devolver la visita en marzo: el nivel queda muy alto.