La familia de Diego Bello quiere reunirse con Pedro Sánchez para dar más visibilidad a su caso

T. R. A CORUÑA

A CORUÑA

Concentración en el Obelisco en octubre del 2021 para exigir justicia por el asesinato de Diego Bello
Concentración en el Obelisco en octubre del 2021 para exigir justicia por el asesinato de Diego Bello EDUARDO PEREZ

Lamentan que «todo siga igual» diez meses después de que un juez filipino decretase la orden de detención y entrada en prisión de los policías acusados de su muerte

09 ene 2023 . Actualizado a las 14:43 h.

Han pasado tres años desde el asesinato del coruñés Diego Bello en la isla filipina de Siargao y casi diez meses desde que un juez decretó la detención e ingreso sin fianza de los tres policías acusados de matarlo. A pesar del tiempo y de todas las trabas que se han ido encontrando por el camino, su familia continúa en su empeño de esclarecer lo sucedido ese trágico 8 de enero del 2020 para que los tres acusados, el capitán Vicente Panuelos y los sargentos Ronel Azarcón y Nido Boy Esmeralda, que en la actualidad están en paradero desconocido, acaben entre rejas. 

«El próximo 25 de marzo se cumple un año desde que se dictó la orden de detención y entrada en prisión. Si el próximo 25 de marzo no están detenidos, creo que tendremos que hacer algo más para que nos escuchen y que las autoridades españolas nos apoyen y respalden», aseguró este lunes en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, su hermano Bruno Bello. Consideran que el tiempo pasado «es más que suficiente» para dar con el paradero de los tres agentes filipinos y se plantean intensificar sus acciones e incluso entrevistarse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «que hasta el momento no nos ha recibido». Entienden que los trabajos diplomáticos llevan su tiempo, pero creen que esa reunión podría servir para presionar al nuevo gobierno filipino «para que haya un juicio y que los tres acusados entren en la cárcel».

El tío de Diego Bello, Francisco Lafuente, fue un paso más allá y recordó a la Unión Europea (UE) que es en casos como el suyo en los que «tiene que darse a valer». Aseguró que en «situaciones así es cuando se mide la fuerza que tienen los países y, en este caso, la UE», e instó a Josep Borrel, alto representante de la UE para asuntos exteriores y política de seguridad, a presionar para que Filipinas haga todo lo que está en su mano para localizar a los tres agentes en paradero desconocido y juzgarlos. «El señor Borrell tiene una oportunidad muy buena de hacer valer su trabajo. Para decirles que Diego es europeo y no pueden tratar su caso así», sostuvo. Recordó además que los acusados «no han sido expedientados, nunca entraron en prisión y tampoco se les retiró el arma». 

A pesar de todos los obstáculos que se han encontrado por el camino, admiten que es un logro llegar a donde han llegado. «No nos imaginábamos que sería posible, dada la situación en Filipinas, que un juez estudiase el caso y, tras ver las pruebas, encausase por asesinato y por falsificar pruebas a tres policías», comentó Francisco Lafuente. Explicó que están barajando la posibilidad de plantear una denuncia a nivel internacional a través de la Interpol para evitar que los agentes abandonen el país y lamentan que, a pesar del cambio de gobierno en Filipinas y de las buenas intenciones mostradas en relación a su caso, «todo siga igual».