Mario Núñez y Oliva Roel cerraron ayer, por jubilación, el café bar que fundaron a finales de los 80 en la calle Emilia Pardo Bazán
01 dic 2022 . Actualizado a las 11:35 h.Es uno de los últimos grandes profesionales de la hostelería coruñesa. Podría servir las consumiciones con los ojos cerrados, pero le gusta ver a los clientes. «Siempre tuve una clientela estupenda. Siento algo de morriña...», comenta con emoción José Mario Núñez. Lleva medio siglo por la plaza de Vigo, 15 como encargado de la mítica cafetería Venus y 34 al frente del café Mario de la calle Emilia Pardo Bazán, el único establecimiento de estilo clásico que queda en la zona. Su barra de metal, sus espejos, su tortilla...
Ya son historia. Ayer, 30 de noviembre, a eso de las diez de la noche bajó la persiana para siempre. Traspasó el local y el próximo hostelero dará forma a otro proyecto. Pero no será lo mismo. Las tortillas de Oliva Roel, su mujer, quedarán para siempre en la memoria de varias generaciones. «Tengo clientes que me piden la receta, pero no hay secreto, solo hacerla con cariño. Siempre nos dedicamos a las tapas, no a las comidas», apunta Mario, que insiste en que siente «un poco de pena».
Su café bar nada tiene que ver con esos que ahora inundan las calles de A Coruña y del resto de ciudades cargados de pretensiones. Son todos clonados. La misma decoración, tapas imposibles y la lista de Spotify del dueño como banda sonora.
En Mario de la calle Emilia Pardo Bazán lo que sonó durante los últimos 34 años son las voces de los clientes habituales contándole al dueño sus cuitas diarias. Ahora se va a dedicar a pasear y cuidar a los nietos.
Mientras, la plaza de Vigo se queda sin su bar más veterano. Antes la zona perdió el Marabú, el Oslo, Mamá Manuela, Marte, Venus... Queda el mesón O Bo. Y nos vamos haciendo mayores.