Ignacio Cortina: «Marta Ortega nos puede convertir en capital cultural de la moda»

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

Al coordinador de la escuela de diseño y moda Goymar le apasiona el sector desde la perspectiva de la gestión

27 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que era un niño está ligado al mundo de la moda. «Por eso compro más ropa de la que debería. Lo hago por mi profesión, pero siendo consciente de que hay que llevar a cabo un consumo responsable», comenta el coordinador de la escuela Goymar. Es una empresa que todo el mundo conoce y que ahora solo existe en A Coruña. Nació en Madrid en los años sesenta y llegó a tener 25 delegaciones por toda España, entre ellas la de A Coruña, fundada en 1984. «En su día nos independizamos de una matriz que más adelante se refundó y ya no se llama así. Conservamos el nombre y el sistema de enseñanza, aunque está en constante evolución», resume Ignacio Cortina Herranz. Tiene 43 años y es el coordinador de un centro educativo casi de la misma edad. En el 2024 será cuarentón. Lo fundó su padre, que vio una oportunidad de negocio en contar con una delegación aquí. Falleció muy joven y tomó las riendas su viuda, Carmen Herranz. «Asumió la responsabilidad de tomar las riendas. Lo hizo con mucho sentido y honestidad y siempre vinculó la escuela a los valores. Hoy, cuando la gente entra, antes de empezar con temas técnicos incidimos en las habilidades sociales, en la tolerancia, el trabajo en equipo, la escucha activa, la aceptación de la crítica... Incluso trabajamos con coaches», insiste Ignacio. 

La influencia de Inditex

Charlamos en el primer piso de la calle Magistrado Manuel Artime, donde se forman 150 alumnos en diseño de moda y patronaje industrial. «Calculamos que más del 70 % de los profesionales de Galicia pasaron por aquí. Pero es difícil decir una cifra exacta porque son miles y miles», reconoce. Es una escuela de moda en la ciudad donde nació Inditex. «Su influencia es decisiva. Un centro como el nuestro en una capital industrial de la moda nos hace diferentes. Pero los alumnos no están obsesionados con trabajar en Inditex. Hoy en día hay muchas opciones. Un diseñador puede escoger diferentes caminos y trabajar en empresas de todo el mundo. Pero están la tecnología textil, la moda sostenible, los nuevos materiales, el análisis de tendencias... Los alumnos de cuarto año tienen la opción de realizar ese curso en el Reino Unido y ahora mismo tenemos varios allí», analiza Ignacio. En una de las luminosas aulas de la escuela todavía tienen pegado un póster de la muestra de Peter Lindbergh. «Marta Ortega nos puede convertir en la capital cultural de la moda», afirma convencido. 

Gestión y márketing

Siente pasión por el sector, pero nunca se le pasó por la cabeza ser diseñador. «Di clases de márketing para la moda pero soy más amigo de la gestión. En una escuela como la nuestra tienes que estar atento, por una parte, a la innovación en el textil y, por otra, a lo educativo. Por ejemplo, si se impone el diseño 3D, rápidamente nos adaptamos. Es lo bueno de que sea una titulación británica, que el sistema es flexible», destaca. Apuesta por la enseñanza no presencial. «Es lo único bueno que nos dejó la pandemia y me extraña que haya instituciones que hayan vuelto a la presencialidad al cien por cien. Nosotros creemos que tiene que haber un mix en la formación, desde acudir al aula a un campus online. Ofrecemos las tres posibilidades: todo a distancia, presencial o híbrido», resume Ignacio. Se nota que cuida mucho la vestimenta. «Creo que es importante lo que proyectas y la marca personal», apunta. Es un apasionado del mar, de los que cuentan los días para verse una semana en un barco navegando por aguas templadas. Reconoce que se cuida y es un habitual del gimnasio que tiene cerca de Goymar. «De vez en cuando hago yoga». Antes de despedirnos viene a saludarnos Carmen Herranz, madre de Ignacio y alma mater de esta empresa que vio nacer. Hablamos del pasado y del presente de la moda. Una maravilla compartir un rato con ella.