Betanzos tiene 120 expedientes por el mal estado de inmuebles

D. Vázquez BETANZOS / LA VOZ

A CORUÑA

Dolores Vázquez

Urbanismo estima que habrá 20 en estado de ruina, vinculados en muchos casos a multipropiedad o problemas hereditarios

27 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Betanzos dio orden de derribo, esta semana, de la casa del número 59 de A Ribeira tras derrumbarse parte del inmueble a la vía pública. Lo hace después de que el propietario, que vive fuera, asuma el peligro que supone y del que le llevaban advirtiendo dos años tras dejar caducar la licencia que tenía para demolerla o rehabilitarla. El Concello indica que encargará él mismo la obra. «Era la casa que más me preocupaba», reconoce el concejal de Urbanismo, Andrés Hermida, que también apunta que hay otras en Irmandiños o Pastelería para las que urge que se pare su deterioro.

También se tramita estos días la orden de ejecución del inmueble del número 5 de la plaza de la Constitución, frente al consistorio. Entienden que los propietarios no tienen voluntad de recuperar la fachada original, que fue transformada, aunque hace tres años se habían comprometido a emprender la restauración, tras ser amenazados con multas que iban de los 1.000 a los 10.000 euros. Hermida entiende que lo que buscaron fue ganar tiempo.

No son casos aislados. El concejal de Urbanismo cifra en 120 los expedientes de ejecución abiertos, aunque remarca que solo 20 atañen a inmuebles que se pueden calificar de ruina.

Puntualiza que la mayor parte de los propietarios que son advertidos optan por la reparación y en la mayoría de los casos que no es así es porque se trata de «gente que vive fuera, incluso algunos en el extranjero y es un problema la notificación, multipropietarios o temas hereditarios», unas situaciones que lastran una rápida solución para un problema que, más allá de cuestiones de feísmo, supone un riesgo de seguridad y, en algunos casos, también de salubridad.

Trabajos subsidiarios

Otro de los supuestos que dificultan acabar con este tipo de inmuebles es el caso de que el propietario sea desconocido. Hermida cita varios casos, como el dueño de una vivienda en la Rúa Pastel, de un solar en la Rúa Hórreo o «de una vivienda grande que da a la Rúa Hórreo y a Irmandiños, que tuvimos que limpiar nosotros, se vació la casa y se retiraron los elementos que pudieran suponer un peligro, además de sanear las medianas», comenta. Parte de estos expedientes acaban en el juzgado y Hacienda opta por una subasta.

«Aquí el problema esencial del casco histórico es la multipropiedad, la falta de liquidez de los propietarios, es algo que pasa en todos los casos históricos», apostilla Hermida, que asegura que «la nueva Ley de Vivienda nos permite llegar al límite en una ejecución si el propietario no rehabilita». «El Concello tiene varias opciones, y es el procedimiento que vamos a iniciar aquí en todas las órdenes de ejecución. El propietario tendrá que rehabilitar, vender o vamos a un proceso de subasta, pero es un procedimiento largo», advierte Hermida.

Frente a las críticas por el estado de algunas viviendas en un casco histórico que se pretende relanzar, la alcaldesa, María Barral, matiza que no comparte «visiones catastrofistas, pero si que é verdade que dada a mala calidade das súas construcións, ao feito de que moitas propiedades están en mans de poucas persoas e tamén a multiherdanza complícanse as actuacións privadas nas propiedades».

«Dende o Concello se está facendo un labor importante e tamén dende a Xunta, co Rexurbe, que sempre agradecín e valorei», pero reconoce que «a burocracia complica todos estes temas terriblemente. Para requerimentos, ordes de execución ou execucións subsidiarias non hai máis que traballos e procesos que se fan longuísimos no tempo á hora de tratar de actuar».