El materno de A Coruña saca adelante medio centenar de vidas de menos de 1.500 gramos cada año

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La neonatóloga del Hospital Teresa Herrera, el materno del Chuac, recibió el Patuco de Honor de la Asociación Galega de Prematuros, que preside Montse García.
La neonatóloga del Hospital Teresa Herrera, el materno del Chuac, recibió el Patuco de Honor de la Asociación Galega de Prematuros, que preside Montse García. J.P.

El Teresa Herrera celebra el día de los que nacen antes de tiempo alertando sobre el aumento de grandes prematuros

18 nov 2022 . Actualizado a las 16:41 h.

Ya es una tradición que en la casa en la que no solo nacen, sino que pasan a menudo los primeros meses de su vida, se celebre cada año el Día del Prematuro. Ayer no iba a ser una excepción y el Hospital Teresa Herrera de A Coruña, el materno del Chuac, festejó la fecha con ciencia, conciencia, música, merienda y entrega de premio incluida.

El centro coruñés, una referencia en la asistencia a las vidas más minúsculas, aprovechó para recordar que la tasa de prematuridad, aquellos que vienen al mundo antes de la semana 37 de embarazo, se va conteniendo y en los últimos años se mantiene en un 6,4 %. Pero no así la de los denominados grandes prematuros, los que ven la luz cuando no llevan ni 32 semanas en el vientre de sus madres. En estas condiciones nacen ya casi uno de cada cien pequeños (el 0,9 %), lo que condiciona que tengan que estar ingresados durante largo tiempo, casi siempre en la uci, al estrenarse en el mundo con riesgos importantes no solo por sus inmaduros y diminutos pulmones, sino también por las complicaciones digestivas y neurológicas de un parto adelantado. «La mayoría pesan al nacer menos de kilo y medio», recordó José Luis Fernández Trisac, responsable de neonatos. Aproximadamente la mitad no llegan a un kilo y han sacado adelante a algunos de apenas 500 gramos. 

En torno a los 200 prematuros a los que cada año se da la bienvenida en el materno, 50 de ellos grandes prematuros, se despliega el equipo de la más alta complejidad asistencial de Galicia, el único de la ciudad que puede prestar toda la asistencia sanitaria que requieren estos pequeños entre los pequeños. Necesitan neonatólogos, pero también pediatras de otras especialidades, cirujanos infantiles y cardíacos, ginecólogos, oftalmólogos, fisioterapeutas, trabajadores sociales... y una enfermería altamente especializada y cualificada que se desvela por vidas a menudo pendientes de un hilo. Y por sus familias.

Ayer, sanitarios y padres participaron en un encuentro para celebrar la vida en el que el coro infantil Cantábile dedicó un concierto a los luchadores. Fue después de que Montse García, presidenta de la Asociación Gallega de Prematuros, entregase el simbólico Patuco de Honor a la neonatóloga del materno Maribel Taboada Perianes. No sin emoción, la especialista agradeció el reconocimiento y aprovechó para hacerlo extensivo «a mi compañeros y a las familias de nuestros pequeños héroes, que tanto nos ayudan en nuestro día a día», dijo antes de hacer una mención especial «a los impulsores de mi amor a la neonatología, los doctores Gallego y Ángel Vázquez de la Cruz».