Fagioli y los demás

Hugo Álvarez Domínguez A CORUÑA

A CORUÑA

El resto del elenco quedó a gran distancia; pero agradaron las sopranos Mèlissa Petit y Sarah Gilford (Ginevra y Dalinda) por sus voces bien timbradas y bien educadas

11 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ariodante, de G. F. Haendel. Con: F. Fagioli, M. Petit, S. Gilford, L. Mancini... Il Pomo d'Oro. George Petrou,director musical. Teatro Colón, 9 de noviembre.

Amigos de la Ópera propuso una versión concertante de Ariodante de Haendel, con el reclamo del contratenor argentino Franco Fagioli en el rol principal. Por más que sea un estreno en la ciudad, recordemos que Galicia tiene gran tradición reciente en cuanto a barroco (el tristemente desaparecido Festival Via Stellae de Santiago de Compostela trajo a durante años la capital gallega a la flor y nata del barroco mundial, incluyendo un memorable Ariodante que protagonizó Ann Hallenberg en el 2009). 

Versión de concierto sin subtítulos, con nula acción teatral (esto en barroco siempre penaliza). Fagioli se llevó la función de calle, por la facilidad en toda la extensión, la homogeneidad del registro (impropia de su cuerda), la cuidada línea de canto y el alarde técnico del que hizo gala toda la noche: para el recuerdo su elegante Scherza infida o la pirotecnia desplegada en Dopo notte. Imbatible a día de hoy, interesará incluso a quienes tengan ciertas reticencias hacia este tipo de vocalidad. 

El resto del elenco quedó a gran distancia; pero agradaron las sopranos Mèlissa Petit y Sarah Gilford (Ginevra y Dalinda) por sus voces bien timbradas y bien educadas. De musicalidad intachable, se crecieron conforme avanzaba la representación (Petit, cálida y muy expresiva en Il mio crudel martoro y Gilford penetrante en Neghitosi). 

Descafeinados los demás: Mancini, de color ingrato (no es la contralto que pide la parte) puso más intenciones que medios a Polinesso (faltó presencia sonora e igualdad de registros), Rosen tuvo más sonoridad que refinamiento en el Rey y Phan fue un Lurcanio melifluo. George Petrou dirigió con garra a la orquesta Il pomo d'oro, de la que sacó sonidos expresivos e impecables, en una versión bastante completa. 

Fagioli, orquesta y director (sembrados) impulsaron un éxito que hubiese crecido con un elenco más homogéneo.