Rodrigo Zayas: «Para crear el mundo de este cómic hemos utilizado inteligencia artificial»

Lleva ya cinco años viviendo en A Coruña, pero a Rodrigo Zayas (Madrid, 1985) le conocemos más por los trabajos que ha realizado para las principales editoriales de cómic americanas. Junto a su socio, el valenciano Víctor Puchalski, acaba de poner en marcha una campaña en la plataforma Verkami para conseguir financiar por micromecenazgo una obra muy personal titulada Rubicon, «un proyecto de cómic digital con una historia de perfil futurista, aunque podría ser un presente muy próximo, enmarcada en el mundo de la competición de videojuegos y ambientada en España», según describe Zayas, que se ha sumergido en un innovador procedimiento de trabajo en el que tiene cabida hasta la inteligencia artificial.

—¿Cómo surge la idea de llevar esta historia al formato digital?

—Víctor tiene varias experiencias en esto, como Enter the Kann, que adaptó para medios digitales durante la pandemia y con el que estuvo nominado como autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona, o La balada de Jolene Blackcountry. Y con Rubicon queremos hacer no solo lo que realmente nos da la gana, sino sentar un precedente en cuanto a la sostenibilidad económica de proyectos de autor sin la necesidad de la intervención de una editorial. Y eso nos lo permite el medio digital.

—¿No pensaron en acudir a una editorial para su publicación?

—Hay un problema muy grande con el reparto de beneficios en este mundo del cómic. Editores, distribuidores y libreros viven de vender cómics, pero los autores no. Así que con este modelo queremos mostrar que eliminando de la ecuación algunos factores se puede conseguir más rentabilidad. Sé que no estoy haciendo amigos diciendo esto, pero es la realidad.

—¿Está ya asimilado el formato digital aplicado a los cómics?

—Depende del año en el que hayas nacido. Está ya muy establecido entre el público más joven, sobre todo en el manga. Y hay plataformas de publicación de cómics digitales que tienen millones de usuarios mensuales. Eso permite que un autor español pueda tener millones de lectores por todo el mundo, aunque en España no sea una estrella editorial. Eso está pasando. Y lo que también suele ocurrir es que después de tener éxito en digital venga una edición en físico, en papel.

—Puchalski está en Valencia y usted en A Coruña. ¿Cómo se trabaja a distancia?

—Hemos conseguido desarrollar, en el tiempo que llevamos trabajando juntos, una serie de dinámicas que nos permiten ir muy rápido. Funcionamos como una cadena de montaje. Utilizamos modelos en 3D e inteligencias artificiales. Ese proceso innovador queremos mostrarlo a los lectores en los extras que van a acompañar las recompensas de la campaña.

—Explíqueme eso de usar inteligencia artificial para hacer cómics.

—Para el desarrollo visual de un proyecto tienes una fase previa de documentación en la que recabas información estética para la ambientación, y llenas carpetas de referencias de arquitectura que vas buscando por internet y en diversos lugares. Así que vas creando imágenes y diseños basándote en elementos preexistentes. Pero utilizando inteligencia artificial todas las referencias las hemos generado nosotros. Hemos introducido los términos que nos interesaban y han generado imágenes en base a ellos. Por ejemplo, metes ciudad, noche, futurista, ciberpunk... Y te genera una imagen con esas características que se puede acercar más o menos a lo que tenías en la cabeza, pero que es una referencia totalmente original que después vas adaptando. No las utilizamos tal cual, porque les falta el toque personal, nunca son exactamente lo que quieres, pero te da una base sobre la que trabajar. Hemos utilizado más de 300 imágenes generadas por inteligencia artificial como referencia para crear el mundo en el que se desarrolla el cómic.

—¿Cómo será el formato final de este cómic?

—Vamos a hacerlo en un formato optimizado para su lectura en dispositivos móviles, que es donde se suelen leer estos cómics, más que en ordenadores o televisores. Ya no hay que estructurar la página en viñetas, lo que ahorra mucho trabajo, sino que cada viñeta tiene el mismo formato, es una pantalla.

«Prefiero proyectos propios que trabajar para Marvel, pero hay que pagar las facturas»

Rodrigo Zayas no solo ha trabajado para las todopoderosas editoriales de cómic americanas, sino que también ha puesto su talento al servicio de los videojuegos y el cine trabajando en el departamento de arte de películas de Amenábar, Fresnadillo o Bayona.

—¿Dónde se siente más cómodo, en el cine o en el cómic?

—A mí lo que me gusta es hacer cómics. Mejor dicho, hacer mis cómics. Porque no es lo mismo trabajar en un proyecto propio que trabajar para el mercado estadounidense. Pero claro, hay que pagar las facturas.

—¿Es tan duro trabajar para Estados Unidos como dicen?

—He tenido suerte con los editores que he tenido en Marvel, Image o AfterShock, porque me han dado siempre bastante libertad y tiempo. Aunque he tenido que hacer algún esprint que otro para entregar páginas en tiempo récord.

—Como consumidor de cómics, ¿se ha pasado ya al digital?

—Hay algunos cómics que por razones profesionales o personales sí que me interesa tenerlos en papel. Pero hace dos años que no compro nada de Marvel en físico, por ejemplo, porque tienen una aplicación a la cual te suscribes por unos 50 o 60 euros anuales, con la que tienes acceso a todo el contenido de la editorial, desde el origen hasta la actualidad. Con unos tres meses de retraso, eso sí. Si quieres tener lo de este mes tienes que pagar un extra.

—¿Y cómo ve el futuro del cómic en papel?

—La crisis de suministros, y más concretamente la del papel, ha hecho que suban los precios muchísimo. Por eso formatos como el de la grapa, los cómics finitos, será un lujo que puedan permitirse solo las grandes editoriales más por cuestiones de márketing que otra cosa.

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