Quejas por la falta de aparcamientos para residentes y reparto en Rey Abdullah, en A Coruña

m. carneiro A CORUÑA / LA VOZIA

A CORUÑA

Marcos Míguez

La última reforma redujo la zona verde y dejó la calle sin carga y descarga

23 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Noventa metros de calle, 34 plazas de aparcamiento, un carril de circulación menos y ninguna zona de carga y descarga resumen la nueva configuración del primer tramo de Rey Abdulah, entre Fernando Macías y Pérez Cepeda, tras una obra promovida por el Ayuntamiento que desde la reapertura hace pocos días ha suscitado críticas. «Ahora solo hay un carril en sentido único y a los lados coches aparcados, en batería por un lado y en línea por otro. Así los repartidores ya no pueden parar, porque colapsan el tráfico», explica Luis Vázquez, trabajador de la empresa Prim Establecimientos Ortopédicos, de la que entra y sale cada día material de grandes dimensiones como camas o sillones para uso sanitario o doméstico. «Ni los compradores ni los que nos suministran pueden parar para recogerlos», indica el empleado.

La alternativa al reparto pasa por dar la vuelta a la manzana y aparcar en las plazas habilitadas para ese fin en Pérez Cepeda, y desde allí, cargar los bultos a mano hasta la puerta. La calzada se ha estrechado hasta el límite, al convertir un carril en aparcamiento, y algunos pronostican bloqueos. «Sinceramente, no sé si pasa un camión de bomberos, pero basta que una furgoneta o un vehículo largo aparque en la zona de batería para que el lío esté montado», cuenta Javier San Julián, de la tienda de flores Nebari, que ve inoportuno hacer los cambios «mientras está en marcha una obra en la parte alta que genera un tráfico enorme de hormigoneras y camiones de gran tonelaje. Podían esperar a que acabara», opina.

Javier San Julián tiene una tienda de flores y bonsais en la esquina de Rey Abdullah y Pérez Cepeda, y teme problemas a corto plazo por la estrechez de la calzada, «muy justa para el paso de grandes vehículos y más si una furgoneta larga aparca en batería»
Javier San Julián tiene una tienda de flores y bonsais en la esquina de Rey Abdullah y Pérez Cepeda, y teme problemas a corto plazo por la estrechez de la calzada, «muy justa para el paso de grandes vehículos y más si una furgoneta larga aparca en batería» Marcos Míguez

Los nuevos aparcamientos tampoco complacen a todos. Cayetana, vecina de la calle, considera que «la gente en general en A Coruña se queja de que no tiene dónde dejar el coche y ahora se ganan plazas y se evita el cirio que se montaba antes con la doble fila». Sin embargo, el cambio castiga a los residentes. «Yo estoy indignada, directamente —afirma Rosa Ansede—. Aquí quitaron plazas de residentes y las pusieron de pago. Vivo en la plaza de San Pablo y el año pasado pagué 600 euros en multas por el tiempo que me pasaba cuando aparcaba en la zona azul. En la Ciudad Vieja los residentes tienen su sitio, aquí no. La ORA en Labañou o en Mariñeiros no la ponen, aquí sí. A partir de las 20 horas cualquiera puede aparcar en residentes, pero a mí, a pesar de la pegatina, si lo dejo en zona azul me multan. ¡Que pongan todo zona azul y a los coches con pegatina que los dejen!», reclama la trabajadora, que habla de «ciudadanos de primera y segunda categoría según la zona en que vivas».

Más satisfecha, Tamara Botana, directora de la Unidad de Memoria Lémbrate, aplaude el fin de las dobles filas que cada tarde bloqueaban el tráfico, coincidiendo con las entradas y salidas de los niños de dos escuelas de música y danza situadas en la calle. «Los pitidos, coches por un lado, coches por otro, uno que no pasaba, otro que decía que no daba marcha atrás, al final tenía que venir la policía... En eso mejoramos», afirma. Otro vecino opta por la prudencia: «Tiene que pasar más tiempo para saber si esto se hizo bien o mal».

El PP denuncia problemas de suministro por falta de espacio en la nueva Palloza

Camiones de suministro de gasoil para los edificios que tendrán que parar el tráfico para prestar el servicio, coches fúnebres con dificultades para hacer los giros o pasos de peatones laterales bloqueados por vehículos aparcados que de otro modo invadirían la calzada son algunas de las quejas recabadas ayer por el concejal Miguel Lorenzo, candidato del PP a la alcaldía, en su visita a A Palloza, reordenada recientemente y provista de 23 plazas de aparcamiento frene a las 16 de antes. «Quienes deciden las reformas tienen que acudir a los barrios y hablar con la gente», señaló Lorenzo, que recogió críticas a los nuevos aparcamientos en batería. «Hay varios garajes con problemas y desde Pompas no tienen espacio para girar. Desde bares y viviendas se están poniendo de acuerdo para iniciar una recogida de firmas», anotó.