Las familias afectadas por la permuta de Vilaboa, en Culleredo, exigen «responsabilidades municipales»

Mila Méndez Otero
m. méndez CULLEREDO / LA VOZ

A CORUÑA

permuta
ANGEL MANSO

Los propietarios, que perdieron sus terrenos y casas, quieren saber cómo salió adelante el proceso urbanístico que han llevado ante la Justicia

22 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevan 20 años esperando. Cuando los propietarios de las casas y los terrenos ubicados en el suelo urbano identificado como UA16 de Vilaboa acordaron la permuta de sus propiedades a cambio de los futuros pisos que iba a construir una promotora no eran conscientes de que firmaban un cheque en blanco. La recepción de los pisos estaba condicionada a la aprobación de un nuevo PXOM que nunca salió adelante. Unas 20 familias entregaron sus posesiones a cambio de nada porque no se fijaron en un detalle: en los papeles firmados ante notario no había una cláusula de resolución del contrato que revirtiese las propiedades.

La pesadilla para estas familias comenzó en 1999. Ayer, fueron los protagonistas de un pleno extraordinario convocado en Culleredo a iniciativa de los grupos de la oposición. «Hai unhas responsabilidades municipais e políticas que dirimir. O goberno local de entón, sendo alcalde Julio Sacristán, doulle todas as facilidades aos promotores a sabendas das irregularidades», manifiesta Luis Liñares. Sus padres perdieron una de las seis casas que se derribaron en el solar de la UA16. También la finca anexa de 700 metros por la que pagaron la contribución hasta el 2010, sin contar los 12.000 euros que desembolsaron en concepto de IVA por dos pisos que no existen.

Dos procesos judiciales

Los afectados están pendientes de la sentencia del Juzgado de lo Penal número 4 de A Coruña a los promotores por un presunto delito de estafa urbanística. El juicio se celebró en junio tras diez años de instrucción.

Por otro lado, está la vía administrativa, de la que ya hay sentencia. «A Xustiza dounos a razón e tumbou o desenvolvemento urbanístico», explica Luis.

Probaron que los promotores no eran los propietarios del 50 % de los terrenos de la UA16, de 8.500 metros cuadrados en total, como habían acreditado en el estudio de detalle que autorizó el Concello de Culleredo en el 2017. «Esta é a parte a que nos incumbe. Imos continuar co procedemento administrativo coa tramitación dun novo proxecto de estatutos», apuntan desde el gobierno local, ahora dirigido por otro socialista, José Ramón Rioboo.

Es decir, si los promotores quieren seguir adelante, tiene que hacer un nuevo proyecto. En el espacio que quede libre, el Concello hará un aparcamiento público. «Este asunto iniciouse hai 20 anos, cando eu non estaba na corporación», alegó el alcalde en el pleno. En lo relativo a la situación que se dirime por la vía penal, «queremos que se faga xustiza», dijo el regidor.

«Os propietarios gañaron xa unha sentenza pola vía civil. Dicía que o promotor lles tiña que pagar 120.000 euros por cada piso. É unha sentenza moi bonita para enmarcar, nada máis. Chegou dous meses despois de que Manuel Gómez Landeira, o dono da promotora Naiguata SL, fose embargado», cuenta Liñares.

Aquí está el otro asunto, y por el que fueron por la vía penal. «Somos conscientes de que non se asesoraron ben na permuta. A demanda penal fundaméntase na simulación dun contrato mercantil que denunciamos», apunta Luis Liñares, portavoz de los damnificados. «Monelos Aparcamientos, de Antonio Fontenla, firmou un préstamo co dono de Naiguata dun millón de euros. A 1 % de interese e con dous meses de prazo. As dúas empresas estaban con patrimonio neto negativo entón, está no Rexistro Mercantil. Ante o impago, Monelos Aparcamientos embargou os terreos. Logo, xuntas, redactaron o estudo de detalla para a promoción», asegura Liñares. Se da la circunstancia de que uno de los promotores denunciado por los vecinos de Culleredo, el propietario de Naiguata SL, también está implicado en otra operación inmobiliaria similar, la de las permutas de Vioño, en A Coruña

Antonio Fontenla declinó pronunciarse hasta que se conozca la sentencia. Este periódico también intentó localizar, sin éxito, a Manuel Gómez Landeira.