El reggae contagioso de UB40 corona el Noroeste en la arena de Riazor, en A Coruña

Carla Varela / M.C.

A CORUÑA

La banda tomó el testigo de Tanxugueiras y ofreció un concierto que revivió el sonido de los 80 ante 50.000 personas

14 ago 2022 . Actualizado a las 13:54 h.

Entusiasmo y alegría fueron las sensaciones que predominaron este sábado en la coruñesa playa de Riazor después del exitazo el viernes de Tanxugueiras. La gente aguardó expectante la aparición del grupo británico UB40 hasta que a las 23.00 horas culminó la espera y la segunda banda más cara de la historia del Noroeste salió al escenario. Los de Birmingham siguen siendo un auténtico reclamo a pesar de haber cosechado sus mayores éxitos en los años 80. La gran noche del festival, que cerró Baiuca, fue suya y el pegajoso ritmo reggae de los ingleses invadió la bahía del Orzán con las palmas del público —50.000 personas, según el Ayuntamiento— en alto para recibirlos. Su sonido, a medio camino entre el pop, el dub y el reggae, sigue siendo santo y seña más de tres décadas después de su creación en 1978. Para la banda, multicultural desde sus comienzos, forma parte de un lenguaje musical inclusivo al que no renuncian para promover sus ideas políticas, además de divertir a sus fans. Miles de sonrisas apuntaban al escenario y miles de pies botaron incansablemente.

Recién llegada de su última actuación el 11 de agosto en Eastnor, Reino Unido, la banda hizo gala de una puntualidad británica y a las once de la noche salieron al balcón del arenal entre los acordes iniciales de Here I Am Baby, una de las canciones más emblemáticas de su primera etapa. En la arena, muchos fans de mediana edad y algún que otro adolescente bailando y coreando los temas; también la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, que hoy pronuncia el pregón de las fiestas de San Roque de Betanzos y aprovechó la ocasión para ver en directo a UB40 acompañada por la alcaldesa, Inés Rey.

Terminada la tercera canción, el vocalista saludó al público con un inequívoco «sienta bien volver a estar aquí». Y esa sensación se extendió a lo que quedaba de noche. Con comodidad, entre suaves armonías vocales, sonaron Blue Eyes Crying In The Rain, Please Don´t Make Me Cry, Come Back Darling o Cherry Oh Baby. Llegó Red Red Wine y el público vivió uno de los momentos culminantes. La versión del tema de Neil Diamond impulsó a la banda a la fama con más de 100 millones de discos vendidos.

Y como no podía ser de otra manera, sonaron otros dos bombazos, Kingston Town, y la canción más de 24 millones de veces reproducida en el vídeo oficial, I Can't Help Falling in Love With You, inmortalizada por Elvis Presley. Todos los componentes del grupo regalaron algún solo y todos los presentes pudieron apreciar la maestría de la banda británica. Fue un concierto, en fin, en el que quedó claro por qué el grupo es el que es, por qué está tan en forma y por qué tiene la calidad que tiene. Después de más de 40 años sonando por todo el mundo, la banda se despidió de Galicia para, quizás, tocar de nuevo en el futuro. De momento, su próxima parada será en Detroit, en Estados Unidos, el 19 de agosto.