Carmen Peña: «Las pantallas de protección total no existen, a veces es mejor no salir»

Rosalía Martínez / a. a. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

La dermatóloga del Chuac recuerda que es crucial informarse sobre el índice UV diario

14 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Agosto es el mes vacacional por excelencia, y el sol, su fiel e inseparable compañero. La doctora Carmen Peña, que ejerce como facultativa especialista del área de Dermatología en el CHUAC y como dermatóloga en la clínica privada Dr. Almagro, revela las claves para tener una relación sana con el sol para así poder sobrevivir al verano y llegar a septiembre sin riesgos de desarrollar achaques en la dermis.

—¿Cómo afecta el verano a la piel?

—Generalmente provoca una mayor deshidratación y una radiación muy intensa acompañada por una exposición más alta.

—¿Qué recomendaciones se pueden seguir para tomar el sol?

—Lo primero, evitar la radiación ultravioleta (UV) en las horas que es más intensa. Y no solo en la playa, en cualquier parte del exterior. Si se va a una terraza a tomar algo, o a correr, es necesario protegerse también. Ni siquiera dentro del agua o a la sombra se está del todo resguardado. La luz se refleja e incide igualmente. No todos los días el sol tiene la misma fuerza, entonces es superimportante consultar el índice ultravioleta, del que informan en todos los informativos de verano y en Meteogalicia. Esta es una escala de la Organización Mundial de la Salud, y a partir de un 8 se recomienda no exponerse entre las doce y las cuatro. Es cierto que según avanza el día los índices bajan y ahí ya es más seguro.

—¿Existe una protección óptima?

—Las pantallas de protección total no existen. A las dos de la tarde si el índice UV es de 10, es mejor no salir de casa, pero si a las seis es de 4, puedes incluso obviar la protección. No tenemos que olvidar tampoco que los fotoprotectores no solamente son cremas, también lo son la ropa (oscura a poder ser) o las viseras.

—¿Y qué tipo de crema recomendaría?

—En primer lugar, yo creo que la mejor opción es una de factor 50, tanto para el cuerpo como para la cara. Segundo, que sea resistente al agua, cuanto más dure en el cuerpo, mejor. Por último, que el espectro de radiación contra el que actúe sea el mayor posible. Ahora hay cremas muy eficaces, que incluyen protección ultravioleta de tipo B y A y también para luz visible. Luego hay que tener en consideración el tipo de piel; si una persona tiene acné, necesitará una crema libre de grasas.

—¿Hay alimentos que funcionan como protector solar?

—Sí, los que tienen betacarotenos, como las zanahorias. También los que son ricos en vitamina C, como las frutas o el té verde.

—¿Qué significa el bronceado dermatológicamente?

—Es el mecanismo de protección natural que tiene el cuerpo. Nuestros melanocitos producen más melanina, que es la que ayuda a bloquear los rayos UV. Por eso, hay estudios que apoyan que los fototipos más altos están más protegidos y tienen menos probabilidad de desarrollar cáncer de piel. Sin embargo, tienen riesgo de hiperpigmentación de la piel, por lo que también deben protegerse con un factor alto para no desarrollar un melasma.

—¿Y los ojos es importante protegerlos?

—El melanoma ocular es excepcional, pero el carcinoma basocelular y otros tipos de cáncer funcionan igual que en el resto de la piel. Así que hay que protegerse los párpados con crema y los ojos con unas buenas gafas de sol.

—¿Qué lugares son más nocivos?

—A mayor altitud, más índice UV hay y más radiación recibimos. En la montaña la radiación aumenta un 4 % por cada 300 metros.

—¿La presencia de nubes filtra la radiación UV?

—No necesariamente. A veces el índice se mantiene igual o incluso es mayor. Las nubes suelen provocar que bajen las temperaturas y eso hace que la gente se confíe más y se acabe quemando.

—¿Qué beneficios tiene el sol para la piel?

—La vitamina D favorece y fortalece el sistema inmunitario, importante tanto para el organismo interior como para el exterior.

«A partir de los 40 no es normal que salgan lunares nuevos»

El cáncer de piel es la causa de muerte de más de un centenar de personas cada año en Galicia. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística reflejan que murieron 188 personas por melanoma maligno de la piel u otros tumores malignos de la dermis y de los tejidos blandos. Y evitarlo está en gran medida en nuestras manos.

—¿Qué proceso debemos seguir una vez que nos hemos quemado para evitar que empeore?

—Dependerá un poco de la quemadura. Si es un enrojecimiento leve que se prevé que baje en un plazo de tiempo breve, valdría con aplicar una crema after sun antiinflamatoria o de aloe vera.

Hay ocasiones en las que la quemadura es más grave e incluso salen ampollas. En esos casos se deben tratar como cualquier otra quemadura que se pudiera originar por otras causas. Las cremas con corticoides las rebajan rápidamente. Pero ha habido casos en los que se han tenido que tratar con corticoides de vía oral.

—¿Cómo llevamos a cabo un autoexamen para detectar si tenemos un melanoma?

— El abecedario básico es muy útil. Debemos sospechar de una lesión melanocítica que sea asimétrica, o que haya aumentado de tamaño, o que tenga bordes irregulares o que presente varios colores. También hay otro tipo de lesiones cutáneas que son las queratosis seborreicas que habitualmente son grandes. Esta guía está bien, pero hay pacientes que tienen muchísimas de estas lesiones, y hacer un seguimiento de todos se les complica. Yo lo que recomiendo es hacer un control fotográfico inicial, un mapa de los lunares que se guarde para que, si en un momento dado surgen dudas de si se ha alterado algún lunar, haya algo con lo que comparar. Y como advertencia cabe mencionar que, a partir de los 40 años, no es normal que salgan lunares nuevos.