«La maleza nos impide andar por algunos de los senderos del entorno de la torre de Hércules»

La torre de Hércules de A Coruña es una de las construcciones más significativas de la ciudad. Sin embargo, según explican los vecinos de la zona, no parece razón suficiente para su mantenimiento y así conservar el entorno en buen estado. Se han quejado en numerosas ocasiones y, poco a poco, va dando frutos, aunque todavía queda mucho por hacer.

Andando por los caminos más próximos al mar, se puede comprobar cómo la maleza ha crecido hasta el punto de ser un obstáculo. «Hay maleza que inunda los senderos y no deja pasar», comenta Ricardo Vales, expresidente de la asociación de vecinos de la zona. Lamenta de que, a pesar de los nuevos paneles interpretativos que se pusieron el pasado 18 de junio, sigue habiendo desperfectos. «Muchos bancos están cubiertos de vegetación, así que no los podemos utilizar», una reclamación que se suma a la de los que están rotos.

«El Ayuntamiento debería pasarse más por la zona, no son tareas complicadas», reclama Vales. Sin embargo, hay un elemento que dificulta las tareas de mantenimiento como que la Torre sea considerada Patrimonio de la Humanidad. «Es zona enil de especial protección, no un parque, por lo que no se puede segar como en un jardín», explican desde la Administración.

A todo eso hay que sumar los grafitis que pueden observarse a lo largo de los senderos. En la parte de atrás de la Torre hay una estructura blanca pintada por algún vándalo. También se pueden observar en los miradores que hay de camino hacia los menhires. Allí, ninguna de las estructuras de madera se salvan. «Los grafitis llevan muchísimo tiempo», asegura Ricardo Vales. «Se denunció el año pasado, justo cuando se estaban llevando a cabo las regatas de verano», añade. Sin embargo, esas pintadas continúan igual.

La última reclamación de los habitantes de la zona es la presencia de un vertedero. Ya alertaron a las autoridades competentes hace unos años de que este se encontraba cerca de la ciudad deportiva de la torre. Antes era un taller de coches, pero al cerrar el negocio la gente comenzó a utilizarlo como lugar donde tirar diferentes utensilios como lavadoras. «Hay un vertedero lleno de residuos», comenta Vales. «Se presentaron ante el Ayuntamiento quejas formales contra ello», añade. Sin embargo, después de tanto tiempo su estado continúa igual. «Pasa lo mismo que con la antigua cárcel, que está en completo abandono», relata. 

Nuevos paneles informativos

Hace menos de una semana, la consellería de Medio Ambiente e Sustentabilidade terminó la primera parte del plan del Concello para renovar íntegramente el mobiliario de la torre. Ya se pueden disfrutar de los nuevos paneles interpretativos en el contorno de la Torre. «Antes ya los había, pero estaban desgastados por la sal y las malas condiciones climáticas. De esta manera, la zona ahora cuenta con unos carteles informativos de metal mucho más resistentes, además de que cumplen con los requisitos físicos, cognitivos y sensoriales de accesibilidad universal.

Plan de borrado de pintadas

El ayuntamiento comenzó hace un tiempo su plan para eliminar los grafitis que se pueden encontrar en diferentes puntos de la ciudad. Durante nueve meses, desarrollaron un total de 2.500 intervenciones en 350 calles y se limpiaron 500 contenedores. Entre las zonas en las que se llevaron a cabo actuaciones se encuentran María Pita, San Andrés, Orzán, Zalaeta, Labañou y Novo Mesoiro. Además, el pasado mes de abril terminaron la limpieza de las pintadas de la ronda de Outeiro. El proyecto no quedará ahí, puesto que está previsto que continúen las labores en Os Mallos y la Sagrada Familia. Actualmente, el borrado de pintadas se centra en puntos de Monte Alto, la avenida de Navarra o las calles Marola, Rianxo y Rioja.

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