Una profesora del IES Miraflores defiende a la conductora que ordenó bajar a un joven del bus en Oleiros

T. Silva OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

El padre del menor insiste en que su hijo «siempre lleva mascarilla, hasta por la calle y en los entrenamientos»

17 jun 2022 . Actualizado a las 08:29 h.

La compañía Alsa sigue negando los hechos que denuncia el padre de un joven de 13 años al que la conductora obligó a apearse del bus hace una semana en la parada de O Graxal, en medio de una vía de servicio. El progenitor denunció el caso ante la Guardia Civil, ante la propia compañía y en la delegación de A Coruña de la Consellería de Mobilidade. Asegura que al joven se le rompió la mascarilla y estaba intentando arreglarla cuando la conductora le obligó a bajar del vehículo.

Pero esta señala que el joven y su compañero llevaban, en el fondo del autobús, bastante tiempo bajándose el tapabocas y les había dado varios avisos. Según la Xunta, titular de las concesiones de autobuses interurbanos, «unha profesora do mesmo instituto ao que vai o rapaz (el IES Miraflores de Oleiros) foi testemuña dos feitos e afirma que a actuación da condutora foi impecable». «En todo caso, cómpre lembrar que o uso da máscara segue a ser obrigatorio no transporte público e correspóndelle aos usuarios actuar con responsabilidade de cumprir as normas para evitar poñer aos condutores e ao resto de viaxeiros en situacións que non son desexables para ninguén», añaden fuentes de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade.

Pero el padre del niño al que obligaron a apearse en la parada de O Graxal insiste en que su hijo «es muy consciente de la importancia de llevar la mascarilla, siempre la lleva, tanto por la calle como en los entrenamientos de fútbol o en el patio del instituto», enumera. Asegura que la única llamada que ha recibido desde que se conoció este polémico incidente fue la del director del IES Miraflores «para preocuparse por lo que le había pasado a mi hijo». El padre denuncia que el joven se quedó «tirado» en una zona apartada, sin dinero ni teléfono móvil, y que acudió a recogerlo gracias al aviso de un compañero que viajaba en el mismo autobús. «La versión de mi hijo la han ratificado otros dos chavales, mayores que él, que viajaban en ese bus. Lo que está claro es que no se puede abandonar a un menor así», apostilla.