Por ello, el especialista instó al público a que en caso de sospecha «deben dirigirse a su médico de cabecera para que valore remitirlos al reumatólogo» y enumeró los signos de alarma más habituales, como «dolores articulares persistentes en el tiempo, rigidez matutina, hinchazón en algún dedo, dolores en los tendones o dolor de espalda en reposo». Se trata, además, de señales que «pueden desencadenarse a cualquier edad —advirtió—, aunque es más frecuente entre los 40 y 45 años».
Alertó también el doctor de que no hay que dar por supuesto que va a aparecer una lesión en la piel antes de sufrir daños articulares, ya que no siempre es así. Bien es cierto, añadió el experto, que determinados tipos o perfiles de pacientes con psoriasis cutánea tienen mayor tendencia a desarrollar artritis, como aquellos con manifestaciones en el cuero cabelludo, en el ombligo, entre las nalgas o incluso en las uñas.