El Club Financiero, a la espera de una venta para liquidar la sociedad

Caterina Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Instalaciones del antiguo Club Financiero
Instalaciones del antiguo Club Financiero MARCOS MÍGUEZ

La empresa negoció el año pasado un contrato para alquilar su antigua sede

10 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las dificultades para desprenderse del terreno en el que se ubica la antigua sede del Club Financiero Atlántico, en la Avenida Salvador de Madariaga 76, impide la liquidación de la sociedad, sin actividad desde marzo del 2020, ya que la empresa es dueña de la finca. Los miembros del consejo de administración, cuyo presidente acumula más del 50 % de las acciones, se reunieron el año pasado con el objetivo de firmar el contrato de arrendamiento del solar con una firma comercial de primer nivel. Desde entonces, sigue sin confirmarse el proyecto para construir un nuevo edificio en el solar.

Las instalaciones de la que fue la institución más importante del ámbito empresarial de la ciudad herculina permanecen abandonadas y con su interior destrozado, aunque dentro aún quedan piezas de mobiliario, documentación, elementos de decoración y material del antiguo restaurante. Los dueños de la finca rehúsan valorar su estado actual y señalan que después de su última junta, en septiembre del 2021, firmaron un acuerdo de confidencialidad que les impide desvelar nada sobre el futuro de un solar con una gran zona de jardín y espacio para aparcamiento.

Sin proyecto de obra

Desde el Concello de A Coruña indican que hasta la fecha no han recibido ningún proyecto de obra para levantar en ese espacio una nueva edificación, por lo que es previsible que la empresa responsable esté trabajando aún en la redacción del documento, que supondría el fin de la que fue la casa del Club Financiero por más de treinta años.

La institución, que llegó a tener 370 socios, nació en 1989 por la iniciativa de tres sociedades. Una de ellas era la titular del inmueble; otra, el propio club, y la tercera, Remocsa, encargada de gestionar los servicios que se acometían. Esta última entró en concurso de acreedores y fue el Club Financiero el que tuvo que asumir sus deudas, incorporando también a sus 21 empleados, muchos de los cuales llevaban trabajando en las instalaciones más de 25 años. Desde el cese de la actividad de la institución, al no poder asumir las deudas por encima de los 300.000 euros, la sociedad trasladó su sede fiscal a la calle Juan Flórez.

Una ubicación singular que en el pasado albergó una planta lechera

El último presidente del Club Financiero, y actual consejero delegado de la sociedad, Mariano Gómez Ulla, destacó antes de la junta de septiembre del año pasado (en la que se trató la firma de arrendamiento del solar a una empresa) la «ubicación singular» de la finca. Una singularidad que queda patente por los diferentes usos que se le han dado. Antes de convertirse en lugar de encuentro de empresarios, el espacio fue la sede de la central lechera Leyma bajo el nombre de planta Ponte da Pedra (Elviña). Posteriormente, la empresa láctea se trasladó al polígono de Sabón.

Ulla también desveló en ese momento que el futuro de la finca no estaba en manos de una empresa de Galicia. «Es una pena que el solar no se quede en las manos de una compañía gallega, pero el mercado es el mercado», declaró 16 meses después del cierre de las instalaciones de la institución empresarial. Las negociaciones entre los futuros arrendatarios y los propietarios de la parcela incluían la demolición de las antiguas instalaciones del Club Financiero. Detrás de la operación está el líder mayoritario de la sociedad, el empresario Esteban Vales Rey, que adquirió más de la mitad de las acciones de la institución mediante una subasta.