Las jornadas de 24 horas y sin librar de los investigadores del caso Samuel en A Coruña

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

A. V.

La Policía Nacional condecorará a los diez agentes que esclarecieron el crimen

02 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

No fue un crimen organizado con tiempo ni eran los presuntos autores avezados asesinos de esos que no dejan huella ni torpezas. Sin embargo, desde un principio se sabía que no iba a ser una investigación sencilla. Había que ponerle nombre a una serie de jóvenes y menores que con absoluto desgobierno llevaron a la muerte a Samuel Luiz durante seis minutos de patadas, golpes y puñetazos en la noche del 3 de julio del año pasado. Todavía más complicado era poner a cada uno en su sitio, saber qué grado de participación tuvieron. Sobre todo porque en el primer visionado de las cámaras de la zona los participantes en la agresión se veían borrosos. Podría ser cualquiera.

Pese a todos esos nudos, los diez agentes que participaron en la investigación, puntada a puntada, deshicieron la madeja en apenas seis días. Cuando no había ni pasado una semana, los principales sospechosos ya estaban identificados. Y aunque el caso no estaba cerrado, sí encaminado.

De poco les sirvió a los sospechosos borrar los mensajes del móvil, contar mentiras o cambiar de declaración según conviniese. Las pruebas son indelebles. El volcado de los teléfonos, los restos biológicos de los sospechosos que pudieron aflorar y decenas de declaraciones de testigos fueron determinantes. Ahora solo falta que la Justicia norteamericana emita una orden a las operadoras para desvelar lo que pudieron eliminar en sus redes sociales.

Fue tal el esfuerzo personal del grupo de Policía Judicial del 091 que, con el caso camino de juicio, la Policía Nacional los pone de ejemplo y los condecorará.

Los despertaron de madrugada. Nada más conocerse la muerte de Samuel. Eran las cuatro de la madrugada del 3 de julio del año pasado cuando un equipo formado por diez personas se repartió las tareas y salieron a la calle a buscar a los culpables.

Cápsula aislada

El comisario jefe de entonces, Pedro Agudo, decidió formar una cápsula aislada con esos agentes para evitar interferencias en las investigaciones y filtraciones. Los días siguientes al crimen fueron muy intensos. Los policías trabajaron jornadas de 24 horas. Era verano y suspendieron las vacaciones. También los días libres que les correspondían. Lo primero era lo primero. Había que identificar cuanto antes a los autores de la paliza a Samuel. Se trataba de localizarlos antes de que pudiesen borrar pruebas o elaborar algún tipo de coartada.

El caso adquirió gran repercusión mediática, pero la cápsula policial se mantuvo al margen y continuó con las investigaciones. Las primeras detenciones se produjeron el martes 6 de julio, Tres días después del crimen. La Policía Nacional arrestó a tres jóvenes de entre 20 y 25 años. Son dos varones, Diego y Alejandro (Yumba), y una mujer, Katya. Son vecinos de A Coruña y se les detiene como presuntos autores de la agresión violenta que acabó con la vida de Samuel.

Al día siguiente, miércoles, los investigadores detienen por la noche a otro sospechoso. Se trata de Kaio, cuya familia es originaria de Brasil. A este joven se le atribuyen los mismos delitos que a los otros tres, además del de apropiación indebida porque supuestamente se llevó el móvil de Samuel, que días después arrojó a un contenedor.

Esa misma semana, el viernes 9 de julio, se practicaron nuevas detenciones, las de los dos menores que fueron condenados recientemente a tres años de internamiento.

De los siete detenidos, los menores ya fueron condenados, y tres están en prisión

De tanto horror, por ahora se sabe con seguridad lo que los forenses pudieron deducir, lo que la policía averiguó tras un minucioso y laborioso trabajo y lo que Kaio Amaral, el único detenido que quiso declarar, ha querido confesar. Puede que mintiendo a veces, contradiciéndose otras; hilvanando al final una declaración coherente y macabra, Kaio descargó toda la responsabilidad en Diego Montaña y Alejandro Freire (Yumba). Al primero lo señalaron también 13 personas que testificaron, mientras que al segundo fueron seis.

Por el momento no han querido prestar declaración, pero ambos prometieron a la jueza que hablarían más adelante, cuando sus abogados estudien con profundidad el sumario. Todavía no lo hicieron.

En total, son cinco los investigados mayores de edad. Tres de ellos permanecen en prisión. Los otros, entre ellos una chica, están libres con cargos.