José Fernández y Adrián Díaz unieron fuerzas en este proyecto, con base en el polígono de A Moura, en la que crean vehículos vivienda de forma artesana. «Nos dejas tu furgoneta y nosotros te entregamos una casita con ruedas»
27 may 2022 . Actualizado a las 21:02 h.«Tener una furgo te cambia la vida. Tú sales el viernes de trabajar con una sonrisa, coges la furgo, te vas y vuelves el lunes nuevo. Cada fin de semana son unas pequeñas vacaciones». José Fernández habla con pasión del mundo «vanlife», que descubrió a través de su novia Sheila: «Llegó un día a casa y me dijo que nos teníamos que comprar una furgoneta. Fuimos poco a poco camperizándola con las ideas que buscaba Sheila y el resultado tuvo tanto éxito que nos empezaron a decir que querían una igual a la nuestra». Mientras, Adrián Díaz, que todavía no conocía a Jose, trabajaba por su cuenta camperizando furgonetas. Su padre es carpintero y lleva toda la vida vinculado al mundo de la madera y el trabajo artesano. Un día, los dos coincidieron en un cumpleaños de su amigo Diego y allí, aunque eran competencia, conectaron y estuvieron toda la tarde hablando. Al salir del cumple, los dos se quedaron pensando en lo maravilloso que sería que en vez de ser competencia trabajasen juntos. «Y el lunes Adrián me llamó para quedar. ¡Y ahí nos lanzamos!». Así fue como lanzaron Lamardevan Camperwood, una empresa de camperización de furgonetas y vehículos de forma artesanal con nave en el polígono de A Moura.
«Nos dejas tu furgoneta y nosotros te entregamos una casita con ruedas». Los dos se encargan de todo el proceso de convertir la furgoneta en una camper desde que entras por la puerta de su nave. Realizan cada diseño de forma personalizada y adaptándolo al gusto y forma de vida de cada persona. «Siempre hacemos una entrevista previa en la que preguntamos cómo es su estilo de vida, qué le gusta hacer, si hace surf, bicicleta, si son una familia. Eso nos sirve para ofrecerle un vehículo vivienda totalmente personalizado». Todo lo hacen a mano y de forma artesana. En sus furgonetas abunda la madera, uno de los elementos característicos de sus trabajos. Durante el proceso invitan a los clientes a acercarse para ver cómo va quedando la furgoneta. «Al final acaban convirtiéndose en amigos que una vez salen con la furgoneta de la nave nos mandan fotos y vídeos contándonos sus experiencias y sus viajes».
A los dos se les pasan las horas trabajando en Lamardevan. «No nos enteramos de que pasa el tiempo, es una alegría poder disfrutar trabajando y creo que eso al final se nota en el resultado». José y Adrián enseñan una de las vans que diseñaron para un amigo que parece un pequeño miniapartamento neoyorkino con un baño que recuerda al último grito en aseos, acabados en mármol, y una bonita cocina en madera y detalles en negro. El nombre de la empresa es un resumen de lo que producen sus furgonetas camperizadas a todas las personas que se las llevan: «En ellas se está la mar de bien».