A juicio el recluso que «regentaba» una narcocelda en la cárcel de Teixeiro
A CORUÑA
Los funcionarios hallaron en un registro sorpresa numerosas bolsas de heroína
22 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.En plena pandemia, un recluso del centro penitenciario de Teixeiro vio como su negocio se iba al traste en un registro sorpresa que los funcionarios hicieron en su celda. Poco antes de la medianoche del 8 de abril del 2020, los empleados públicos accedieron de pronto a su habitáculo en el módulo de ingresos y pusieron todo patas arriba en busca de sustancias estupefacientes. Instituciones Penitenciarias sospechaba que el preso se dedicaba a la venta de droga en su calabozo y lo corroboró. Hallaron cinco envoltorios. Uno contenía sustancia resinosa marrón, cuatro ovoides y un trozo de cannabis con un peso neto total de 40,89 gramos. Otro paquete guardaba heroína parcialmente compactada, en dos envoltorios termosellados con un peso neto de 13,8 gramos. A eso hay que sumar dos envoltorios termosellados de la misma sustancia con un peso de 14 gramos; así como otro paquete de heroína parcialmente compactada en dos envoltorios con un peso neto de 14 gramos. Y un quinto paquete de idéntica droga (sustancia pulvurenta en el interior de un envoltorio de papel, en una bolsa con autocierre), con un peso neto de 0,65 gramos. «Sustancias que el investigado ocultaba y que tenía en su poder con la finalidad de difundirlas a terceros», sostiene el fiscal en su escrito de calificación, que pide para el recluso una pena de 7 años de cárcel.
La acusación asegura que las sustancias que le fueron aprehendidas habrían alcanzado en el mercado ilícito —en la cárcel— un valor de 1.093 euros, según valoración obtenida con aplicación de lo previsto por la Oficina Central Nacional de Estupefacientes del Ministerio del Interior.
Los hechos relatados constituyen un delito contra la salud pública en relación con sustancias que causan grave daño a la salud. El recluso será juzgado esta semana en la Audiencia Provincial. Como muchos otros presos que fueron sorprendidos en los últimos años en el centro penitenciario de Teixeiro con droga en su celda.
Visitas de familiares
La guerra contra el tráfico de estupefacientes en prisión no da tregua. Los funcionarios realizan frecuentes registros. A cualquier hora del día o de la noche y, por supuesto, sin avisar. También los controles que se realizan tras las visitas sirven para procesar a otros muchos presos. Sin ir más lejos, esta semana también será juzgado un recluso que el 3 de febrero del 2020, tras una comunicación familiar en Teixeiro, fue sorprendido en posesión de diversas sustancias que portaba ocultas. En concreto, dos bolsitas termoselladas, envueltas a su vez con papel, con un contenido neto de 4,8 gramos, una bolsita termosellada con 0,620 gramos de cocaína, dos bolsitas termoselladas con heroína con un peso de ocho 8 gramos, así como una tira de cannabis de 5 gramos.
Las sustancias que le fueron aprehendidas habrían alcanzado en el mercado ilícito un valor de 1.218 euros. Por todo ello, le imputan un delito contra la salud pública en relación con sustancias que causan grave daño a la salud. La Fiscalía solicita que se le imponga una condena de 5 años.