Un vecino actualiza en la ventana el número de días que la vía lleva levantada
18 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Una ventana actualiza cada día el número de días que llevan paradas las obras de la calle. Es la Rúa do Souto, en Santa Cruz (Oleiros), una vía que quedó a medio hacer poco antes de la última navidad, con cerca de 700.000 euros en el aire. Aquellos días de diciembre los obreros notaron que la calzada se hundía y se descubrió entonces el pésimo estado de la red de saneamiento. Vuelta a empezar. Desde entonces, los vecinos soportan baches, gravilla, farolas a medio colocar, o tubos de canalizaciones que han quedado al descubierto cuando las últimas lluvias arrastraron la zahorra.
Jesús Díaz ha puesto voz al malestar de todo el vecindario, que ha optado por situarse en un discreto segundo plano. Casi a diario ha remitido comunicados al alcalde de Oleiros y a la Diputación. El primero nunca contestó, y el ente provincial le informaba de que seguían regularmente con labores de mantenimiento, una frase que no encajaba con la falta de movimiento que comprobaba desde el ventanal de su salón.
«Solo han aparecido dos días de la semana pasada (11 y 12 de mayo) para tapar agujeros con alquitrán», explica el vecino. Actualmente, pese al ensanchamiento de aceras, no es una calle para caminar, pero los coches también quedan comprometidos. «Hace pocos días vimos un reventón de una rueda, pero si luego no denuncias...».
Así, el 5 de mayo Jesús quiso airear el sufrimiento que están viviendo en esta calle y colocó un contador en la ventana más visible del inmueble. «143 días obras parada», se leía el pasado jueves, antes de la actualización que realiza a última hora de la tarde. Así que este miércoles se cumplen los 150 días en esta situación de parálisis.
Pero la visibilidad de un marcador de este tipo no es muy eficaz en una calle en obras por la que cada vez pasan menos personas y vehículos. «Por eso también subo a redes la imagen de los días con las obras paradas, y el Concello de Oleiros lo tiene etiquetado en Instagram», explica este vecino, frustrado por la desesperante falta de respuesta desde la Administración local. «En las redes el apoyo es unánime, muchos coinciden en que es una vergüenza, usan este término, vergüenza». Pero hay algunas cosas que no se captan a través de las fotografías, como es el olor de fecales en los días de calor. «Ventanas cerradas, no queda otra».
Los residentes de la Rúa do Souto tampoco entienden el diseño de las aceras construidas. En uno de los grandes salientes han pintado una esquina con pintura verde brillante «porque ya se han dado varios coches contra él».