Las claves del conflicto laboral en la refinería Repsol de A Coruña

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Ambulancia medicalizada diaria, asistencia médica continua y representación sindical en el comité de seguridad y salud, entre lo acordado por empresa y trabajadores, que volverán el lunes a la refinería

02 abr 2022 . Actualizado a las 14:55 h.

El trágico accidente laboral en el que perdió la vida el coruñés de 35 años Unai Martínez, y en el que también resultó herido Óscar Feal, abrió esta semana un conflicto en la factoría coruñesa de Repsol que derivó en protestas, concentraciones, parón en la actividad e incluso una manifestación por el centro de A Coruña, que colapsó el tráfico durante varias horas. Tras unas jornadas muy intensas y de enorme carga emocional, las negociaciones entre Repsol y los representantes sindicales acabaron en acuerdo para mejorar las condiciones de seguridad y el lunes se retomará la actividad normal. Entre otros compromisos pactados a la multinacional está la presencia continua de una ambulancia medicalizada y personal médico, así como la participación de los sindicatos en el comité de seguridad y salud intercontratas.

Parada técnica

Diez millones en juego. De forma periódica, la refinería coruñesa realiza una parada programada para su puesta a punto. Esta última comenzó el 10 de marzo, con el objetivo de finalizarla en el plazo de cinco semanas. Repsol destina casi 10 millones de euros a estos trabajos, en los que participan 18 empresas auxiliares.

Día del accidente

Confirmación del siniestro. El sábado 26 de marzo, sobre las 11.15 horas, saltó un aviso de alerta en el 112 advirtiendo de un accidente laboral en la refinería, algo que también confirmó la empresa. En él se vieron implicados dos operarios, Unai Martínez, de 35 años, y Óscar Feal, ambos empleados de Nervión Industries. Fueron trasladados por el 112 al Chuac, graves por inhalación de gases tóxicos, si bien el estado del primero de los trabajadores era mucho más crítica.

Fallecimiento

Dolor que derivó en protestas. Según confirmaron oficialmente, tras permanecer varios días en la uci del Chuac, Unai Martínez falleció en la mañana del 29 de marzo. En cuanto se supo la noticia, el comité de empresa organizó una concentración para las 14.45 horas en las instalaciones, y los representantes sindicales comenzaron a pedir que se aclarase cuanto antes lo sucedido, así como a pedir responsabilidades.

Señal de duelo

Paro de actividad. El mismo día del fallecimiento, Repsol trasladó su pésame a la familia y a la empresa en la que trabajaba Unai. En señal de duelo, decidió suspender los trabajos de parada y de mantenimiento programados entre los días 29 y 30 de marzo, hasta las ocho de la tarde. También se convocó para el miércoles día 30, a las 12 de la mañana, un minuto de silencio en las instalaciones de la refinería.

Investigación en curso

Proceso reglado y confidencial. Siguiendo el protocolo establecido, el día del accidente laboral Repsol abrió una investigación interna para esclarecer lo ocurrido. Se creó una comisión de investigación conformada por técnicos especialistas de distintas áreas de la refinería y representantes sindicales de los trabajadores de CIG, CC.OO., UGT, STR, y USO. Indicaron que se elabora «con absoluto rigor» y conllevará «todo el tiempo que sea necesario» para determinar las causas del accidente. Recordaron que los datos son confidenciales, que los pasos están reglados y que los primeros informes no estarían listos hasta, al menos, el 5 de abril.

Paro de los trabajadores

Tabla reivindicativa. Trabajadores de las empresas auxiliares, sus enlaces sindicales y representantes de los sindicatos mayoritarios comenzaron a concentrarse en la puerta principal de la refinería el miércoles por la mañana con el objetivo de «conocer la verdad». Se organizó una asamblea permanente para demandar a Repsol mejoras en materia de seguridad y condiciones laborales, con la advertencia de que si no se entablaba un diálogo no entrarían a trabajar. Finalmente, las partes se sentaron a última hora del miércoles para iniciar un diálogo, aunque sin llegar a acuerdo alguno en los puntos de la tabla reivindicativa.

Segundo día de duelo

Ganar tiempo. Repsol extendió un día más la suspensión de los trabajos de parada como señal de duelo, hasta las 20.00 horas del jueves 31 de marzo. Un tiempo crucial para avanzar en las negociaciones, a pesar de que los trabajadores ya habían votado apoyar un paro indefinido y secundar una manifestación el viernes, a las 11.30, desde la refinería hasta la Delegación del Gobierno. Pese a la tensión laboral, las partes en conflicto acercaron posturas en una reunión que se prolongó desde la tarde del jueves hasta la madrugada del viernes.

Un viernes decisivo

Resolución del conflicto. Los sindicatos y enlaces sindicales de las empresas auxiliares informaron a los trabajadores, a primera hora del viernes, de los avances conseguidos en las negociaciones con Repsol. Las de ejecución inmediata son la presencia continua de una ambulancia medicalizada de lunes a domingo, un médico y dos técnicos sanitarios, así como una mayor dotación de equipos de protección individual (respiración autónoma, balizas detectoras de gases...). En una segunda fase se abordarían, con el comité intercontratas, otras reivindicaciones. El viernes, antes de la manifestación en recuerdo a Unai, los trabajadores votaron seguir con el parón. Con los ánimos más calmados y con menor presencia de elementos distorsionadores en la votación (había gente que no era empleada de las auxiliares), por la tarde se aprobó volver a trabajar a partir del lunes. Eso sí, con el compromiso de informar de los avances en la investigación y de que en el comité de seguridad y salud intercontratas haya cuatro delegados sindicales fijos, tres volantes o movibles y portavoces de Repsol, siguiendo las reuniones semestrales ya establecidas.