Acuerdo entre las auxiliares y Repsol para retomar la actividad de la refinería a partir del lunes

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA

Los trabajadores de la planta en la manifestación en A Coruña: «Unai somos todos»

02 abr 2022 . Actualizado a las 14:33 h.

Los trabajadores de las empresas auxiliares que prestan servicio a Repsol durante su parada técnica decidieron este viernes por la tarde reiniciar la actividad a partir de este lunes, a pesar de que la mayoría había votado lo contrario unas horas antes.

Desde Repsol valoraron «muy positivamente» el anuncio, ya que insistieron en su voluntad de diálogo y entendimiento. 

La decisión se tomó después de una jornada muy intensa y tras los esfuerzos de los sindicatos y los enlaces sindicales de las subcontratas para llegar a un acuerdo con los representantes de la factoría coruñesa (habían logrado un principio de acuerdo tras una reunión que se prolongó hasta la madrugada del viernes). Este viernes por la mañana el malestar seguía palpable a la entrada de la refinería, donde se volvieron a concentrar los trabajadores desde las siete de la mañana y cortaron el tráfico en un tramo de la carretera AC-415.

Las protestas se iniciaron esta semana tras la muerte en accidente laboral del coruñés de 35 años Unai Martínez, y de que resultase herido su compañero Óscar Feal, ambos empleados de la empresa de Nervión Industries. Tanto los sindicatos como los representantes de las subcontratas y de Repsol consideraron que el resultado de la negociación iniciada el jueves a última hora de la tarde fue bastante positivo y se mostraron esperanzados de poder retomar la actividad laboral. Sobre la mesa de diálogo se pusieron 14 puntos a tratar, y se arrancó el compromiso de Repsol para el cumplimiento inmediato de los más urgentes en materia de seguridad, como la presencia continua, las 24 horas del día los siete días de la semana, de una ambulancia medicalizada y con personal sanitario. En este sentido, el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, confirmó a los trabajadores concentrados que Repsol ya estaba negociando con Quirón para que este servicio esté disponible «dende xa». También se comprometió una mayor disponibilidad de equipos de protección individual (epis) y, en concreto, de más equipos de respiración autónoma y balizas detectoras de gases tóxicos.

Ante la petición de los trabajadores, los enlaces sindicales accedieron a la refinería para comprobar que lo acordado con Repsol se estaba cumpliendo. A su salida, esa comisión confirmó: «Hemos comprobado que se está llevando a cabo todos los trámites en lo referente a la ambulancia, los equipos de detección y todo lo que estábamos pidiendo. La ambulancia, cuando entremos a trabajar, la vamos a tener en la zona de parada las 24 horas del día y están buscando más médicos para los relevos». Y añadieron: «Vimos que todo lo que habíamos planteado se está cumpliendo. Es ahora cosa vuestra tomar una decisión». Los enlaces sindicales recordaron antes de la votación que si decidían entrar a trabajar tan solo se dejaría en suspenso (no desconvocada) la huelga solicitada, y si optaban por no entrar en la factoría, tendrían que organizarse turnos de piquetes. Los trabajadores, por mayoría, apoyaron esta segunda opción, pero por la tarde, a las 16.00 horas, en otra asamblea, y con los ánimos más calmados, decidieron volver al trabajo a partir de este lunes.

Todos estos trámites y votaciones retrasaron la salida de la manifestación en recuerdo a Unai Martínez, que tenía que partir de la refinería a las 11.30 y, finalmente, arrancó a las 12.15 horas, encabezada por familiares del trabajador fallecido, entre ellos sus padres, un hermano y su mujer. Antes de comenzar la marcha, los convocantes pidieron moderación ya que se trataba de recordar al joven, dejando al margen las reivindicaciones laborales. Tras la caminata, con presencia de Policía Local y nacional, que les llevó por la avenida de Finisterre hasta llegar a la plaza de Pontevedra, la comitiva entró en la plaza de Ourense, frente a la Delegación del Gobierno, a las 13.05. Allí, una parte de los manifestantes no dejaron de lanzar bengalas y petardos que ensordecieron a todos los presentes, entre proclamas como «Unai somos todos», «todos somos Óscar» o «en Repsol no hay seguridad». Trabajadores y miembros de las peñas deportivas de las que formaba parte el coruñés muerto, también lanzaron mensajes de apoyo a los familiares. «Ánimo, familia. No olvidamos, no nos van a comprar», gritaron. Ante las muestras de apoyo, la madre del trabajador fallecido respondió: «Muchas gracias a todos. Ánimo y mucha fuerza». Tras cuarenta minutos de concentración ante la Delegación del Gobierno, la manifestación se disolvió sobre las 13.44 horas y el tráfico volvió a restablecerse tras dejar colapsado el centro de la ciudad durante más de una hora.

 Las subcontratas planeaban mandar a casa a sus trabajadores

Tras una mañana de asambleas y con mucha carga emocional, los trabajadores de las subcontratas volvieron a reunirse el viernes por la tarde y decidieron retomar la actividad.

Según explicaron los enlaces sindicales y responsables de los sindicatos mayoritarios, «o luns, as empresas entrarán a Repsol para verificar o cumprimento do acordado». Además, el martes, está previsto que vuelva a reunirse el comité intercontratas para recibir «as primeiras informacións do ocorrido no accidente laboral».

Al mismo tiempo, ayer se iniciaron conversaciones con cada una de las empresas auxiliares, que manifestaron su situación de incertidumbre, ya que no podían asumir el coste de tener a trabajadores traídos de fuera, pagándoles dietas y alojamientos, en una situación de inactividad. «Es un gasto enorme y al no saber cuánto tiempo se puede prolongar esta situación tendrán que mandarlos a casa», indicaba un trabajador afectado.

En este sentido, algunas personas de las que participaron en las reuniones temían verse indefensas para ejercer su derecho a trabajar. «Yo quiero entrar a trabajar, pero, aunque consiga llegar andando, necesito meter también la furgoneta con todo el material que utilizo. Y si no me dejan, no podré trabajar», decía un tanto decepcionado.

Otro empleado de una subcontrata temía las consecuencias a corto plazo que una posible huelga tendría en su empresa: «Es que si esto sigue así, a lo mejor hay que cerrar. Aquí hay muchas familias que dependen de si llega o no llega un sueldo a casa», justificaba.

Una parada programada

La refinería coruñesa inició el pasado 10 de marzo una parada programada en cuatro unidades de su área de conversión a la que destinará casi 10 millones de euros, de los que 3,6 millones se emplearán en nuevas inversiones para aumentar la producción de biocombustibles y 6,1 en trabajos de mantenimiento de las unidades para mejorar su fiabilidad y eficiencia. En las cinco semanas que está previsto que duren estos trabajos participarán un total de 18 empresas auxiliares, y cada día de parada, además de los propios trabajadores de Repsol, entran en la factoría coruñesa 400 personas de las subcontratas, aunque hay días en las que tienen más de 550 personas trabajando al mismo tiempo. En esas cinco semanas aproximadas que va a durar esta parada, está previsto que el resto de las unidades funcionen con normalidad.