Acercamiento para retomar la actividad en la refinería de Repsol de A Coruña

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

Sindicatos, representantes de las contratistas y la empresa mantuvieron una reunión que se prolongó hasta la madrugada de este viernes. Para esta jornada estaba prevista una manifestación

01 abr 2022 . Actualizado a las 10:27 h.

La mayoría de los trabajadores de las empresas auxiliares que participan en la parada técnica de Repsol había decidido este jueves secundar un parón indefinido para reclamar mejoras de seguridad y como señal de protesta por la muerte de Unai Martínez González, de 35 años, en un accidente laboral ocurrido el pasado sábado en la refinería. También refrendaron en una asamblea a primera hora de la tarde convocar una manifestación que partirá hoy, a las 11.30 de la mañana, desde la entrada principal del complejo industrial y avanzará hacia el centro de la ciudad por la avenida de Finisterre, hasta llegar frente a la Delegación del Gobierno en la plaza de Ourense.

Sin embargo, sindicatos, representantes de las contratistas y la empresa mantuvieron una nueva reunión que se prolongó hasta la madrugada de este viernes y que terminó con un resultado positivo: un acercamiento para retomar la actividad «pronto». Queda por determinar ahora qué condiciones se han establecido para cerrar el conflicto laboral. Según las primeros datos que han trascendido, de los 14 puntos que se pusieron sobre la mesa se llegó a un entendimiento en los más urgentes y relacionados con la seguridad y evacuación de los trabajadores, aunque el resto de reivindicaciones tendrán que analizarse con más calma en un plazo más amplio. En todo caso, y por el momento, el parón indefinido en la actividad se mantiene así como la convocatoria de la manifestación.

La jornada de ayer fue, si cabe, un poco más dura que las anteriores ya que muchas de las personas organizadas por turnos para permanecer en todas las entradas a la refinería, y en el puerto exterior, dejaron durante un momento sus exigencias para arropar a los allegados y a la familia de Unai Martínez, que fue enterrado sobre la una de la tarde en el cementerio parroquial de San Vicente de Elviña. De regreso, algunos indicaban que no tenían previsto entrar a la factoría hasta que hubiese un compromiso por parte de Repsol para garantizar su seguridad. «Es que todos tenemos el temor de que vuelva a pasar algo similar. ¿Quién nos garantiza ahora que trabajamos seguros? ¿Cómo nos vamos a fiar después de lo que ha pasado?», se preguntaba ayer uno de los apostados en la puerta principal.

Los trabajadores cortaron el tráfico desde las siete de la mañana en un tramo de la carretera de San José, que comunica la avenida de Finisterre con Meicende, lo que afectó al recorrido del bus urbano de la línea 6 y a los camiones que tenían previsto entrar a industrias de la zona, entre ellas la de CLH. Uno de los enlaces sindicales de las subcontratas comentaba que no sabía con exactitud qué otras medidas de protesta se decidirán ya que los operarios de las diferentes empresas externas mantienen una «asamblea permanente» y se van anunciando las decisiones a medida que avanzan las horas. En todo caso, explicó que si Repsol no atendía las demandas de los trabajadores en materia de seguridad, mantendrían la inactividad «o tempo que faga falta». «Esto no es una huelga, de momento es un parón laboral para solicitar mejores condiciones de seguridad», añadía otro. Y advertían: «Este paro acabará siendo una huelga. Será una huelga». 

La seguridad es la prioridad

Ismael Bocigas, enlace sindical de CIG en la subcontrata Atefrisa, matizaba que todas las decisiones «están supeditadas a la intención de Repsol de negociar y a que se cree otra mesa de negociación como la de este miércoles, que no tuvo los resultados deseables», dijo. En este sentido, indicó que los puntos fuertes y calientes del encuentro fueron que se priorice la supervisión de líneas y protocolos así como los sistemas de evacuación y seguridad porque, «aunque Repsol los tiene, son insuficientes, como se ha demostrado con este último accidente», comentó. Insistió en que el objetivo es que los trabajadores entren en la factoría «con la certidumbre de que no van a sufrir más accidentes».

«Tuvo que ser una negligencia. No pudo ser otra cosa»

En la parada técnica de la refinería coruñesa trabajan al menos una decena de empresas auxiliares. La que más operarios tiene es Nervión Industries, en la que estaba empleado Unai Martínez así como el otro operario herido en el accidente laboral del pasado sábado. Sus compañeros, todavía conmocionados por lo ocurrido, indicaban ayer que desean volver a la refinería, que no quieren estar parados y sin cobrar... pero el temor a que vuelva a ocurrir algo semejante les impide cruzar la puerta de Repsol. «Aquí la reivindicación principal no es cobrar más, sino que podamos trabajar con seguridad. ¿Quién nos garantiza que no hay otra línea con presión y gases tóxicos? El malestar es por las condiciones en las que trabajamos, y está claro que lo del sábado se debió a una negligencia», explicaba ayer el empleado de una de las subcontratas. Aunque hay una comisión de investigación, conformada por técnicos de diferentes áreas de Repsol y representantes sindicales de CIG, UGT, CC.OO. USO y STR, algunos ya daban por hecho que hubo algún descuido, omisión o error en la ejecución del protocolo a seguir: «Tuvo que ser una negligencia. No pudo deberse a otra cosa. Esa línea tenía presión y se mandó un permiso genérico, no específico, con tres firmas para poder abrirla. La sorpresa es que estaba sin drenar», comentaba un empleado de Nervión. Además, según relataron sus compañeros, no acudió al rescate de los heridos la ambulancia de la refinería: «Es que no está los fines de semana, solo de lunes a viernes. Y, además, no está medicalizada ni preparada para atender accidentes graves. Los que socorrieron en un primer momento a los heridos fue la línea vertical, pero ellos solo están preparados para rescates en lugares confinados, no al aire libre». En la retahíla de fallos que supuestamente pudo haber, estos operarios confirmaron que tampoco sonó la sirena de emergencia: «Nos avisamos de lo ocurrido chillándonos unos a otros. Y lo peor es que si el accidente fue a las 10.45 horas, sobre las 15.00 teníamos a dos empleados de Repsol diciéndonos que la mejor manera de superar lo ocurrido era seguir trabajando. Ahí vimos lo que primaba, sin tener en cuenta cómo nos sentíamos los demás tras presenciar algo como lo ocurrido», recordaban.

La tercera jornada de luto no llegó a entrar en vigor

El accidente laboral del pasado sábado generó un enorme malestar entre los empleados de las empresas auxiliares. Aunque inicialmente se decretó un día de luto por el fallecimiento de Unai Martínez, la tensión laboral hizo que el duelo se extendiese un día más y que se iniciase un tira y afloja entre sindicatos y Repsol para garantizar la seguridad de los trabajadores. Las centrales sindicales y los enlaces de los sindicatos en las subcontratas exigieron el miércoles un encuentro con los responsables de la factoría, que llegó por la tarde. Pero, tras varias horas sentados, no hubo acuerdo. El secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, indicó ayer que presentaron una tabla reivindicativa con varios puntos para cumplir en dos tiempos. Así, según explicó, exigían que se abordase con carácter urgente y de cumplimiento inmediato para poder retomar la actividad laboral los aspectos relacionados con la seguridad, los sistemas de alarma, los medios de evacuación o la revisión de los protocolos de limpieza y purgado de las unidades en las que se trabajen. «Despois se abordaría nunha segunda fase, nunha mesa de interlocución que xa quedaría aberta, as cuestións que se deriven da investigación e os relacionados coas condicións de traballo e materia de seguridade, pero tamén coa revisión das condicións laborais e salariais das plantillas», añadió.

Desde Repsol indicaron que todos sus ofrecimientos fueron rechazados en la reunión del miércoles y que, entre las propuestas suspendidas estaba la tercera ampliación de la jornada de luto, por lo que la de ayer «no llegó a entrar en vigor». También indicaron que la parte representada por CIG, CC.OO., UGT y los 21 enlaces sindicales de las diferentes empresas rechazaron el ofrecimiento para convocar una reunión del comité de seguridad y salud intercontratas formado por técnicos de prevención y representantes sindicales de los trabajadores de las empresas contratistas, con presencia de Repsol. En este punto, Carril precisó que la multinacional aceptó estar presente en la primera reunión y que, después, tan solo recibiría las actas de los encuentros. «Respecto a otro tipo de reclamaciones Repsol no está legitimado ni puede ser interlocutor en la negociación de condiciones que afectan a trabajadores de otras empresas. Estos aspectos son inherentes a la relación contractual de cada trabajador con su empresa y ya se negocian el ámbito del convenio colectivo sectorial que en este caso es del metal», precisaron.