El gobierno de A Coruña prevé ingresar por multas 2,2 millones más este año
A CORUÑA
El IBI, que supone el 60 % de los impuestos directos, bate el récord histórico en los presupuestos, con una estimación de 63 millones de euros
10 mar 2022 . Actualizado a las 09:54 h.La contribución o impuesto de bienes inmuebles (IBI), el tributo que más capital aporta a las arcas públicas de A Coruña —el 60 % de los impuestos directos—, batirá este año el récord de recaudación si se cumplen los cálculos reflejados en el documento de presupuestos que hoy se somete a la aprobación del pleno municipal pactado de antemano por el PSOE (9 concejales de 27) y la Marea Atlántica (6 ediles). La previsión del IBI urbano rebasa los 63 millones de euros, la cifra más alta de la historia. Supera en un millón la partida consignada en las cuentas anuales del 2020, prorrogadas por la crisis sanitaria, y en dos millones la cantidad real que el Ayuntamiento ingresó por este concepto en el 2021, que giró en torno a 61 millones de euros.
El desajuste entre el apunte presupuestario y la liquidación tributaria contante y sonante —notablemente más baja en determinados impuestos— dio lugar a una llamada de atención al equipo de gobierno por parte del interventor municipal, que le recomienda rigor y prudencia ante «determinados ingresos que exceden do liquidado no exercicio 2021 sen que se xustifique o importe da previsión».
Plusvalía
Caída del 25 %. Uno de los desfases más llamativos afectan al Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, más conocido como plusvalía, que se aplica en las transmisiones de suelo o inmuebles. La previsión de ingresos en las cuentas del 2020 era de 8,6 millones de euros, pero la cifra real quedó 2 millones por debajo, en 6,5, que es la cifra que recoge el presupuesto del 2022, con un descenso del 25 % .
Actividades económicas
12 millones «sobrevalorados». El desplome se acentúa en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que encadena varios ejercicios en caída libre y pulsa el impacto de la pandemia en el tejido empresarial de la ciudad. Los ingresos netos del 2019 quedaron en 8,75 millones, y aunque en el 2021 la actividad despuntó hasta 10,7 millones de euros (1,4 menos de lo previsto), la cifra está lejos de los 12 millones anotados este año —«sobrevalorados», según el interventor— en un contexto económico sobrevenido de gran incertidumbre por la invasión de Ucrania.
Construcciones y obras
Sube el 51 %. El Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras aportará 5,4 millones de euros este año, con un subida del 51 % respecto al último presupuesto, de 3,6 millones.
Multas
Tráfico: 8 millones. Tan abultada como el IAE, la previsión de multas para este año supera en 2,2 millones de euros los ingresos obtenidos el pasado año. Las sanciones urbanísticas caen a 30.000 euros después de que el último presupuesto avanzase ingresos por 100.000 euros, que finalmente se tradujeron en 3.000. Y también las multas por infracciones tributarias siguieron este patrón: de los 100.000 euros que contaban recaudar se liquidaron 50.000. A pesar de ello, las cuentas mantienen la cifra prevista. La escalada mayúscula, en todo caso, tiene que ver con la recaudación por infracciones de la ordenanza de circulación, las multas de tráfico, que suministrarán a las arcas coruñesas 8 millones de euros a finales de año si la previsión inicial se cumple. En los cálculos del 2020, antes de la pandemia, el Ayuntamiento cifraba en 6,9 millones de euros la recaudación a cuenta del tráfico. El año pasado, sin embargo, no superó los 6 millones.
Zonas de bajas emisiones y fondos Next Generation, la huella del concejal Díaz Villoslada
El Ayuntamiento ha captado un pellizco de los más de 1.000 millones de euros que la Unión Europea ha puesto delante de los municipios de más de 50.000 habitantes para mitigar ruidos y descarbonizar áreas urbanas. Lo hace Bruselas a través de los fondos de recuperación Next Generation, una suerte de maná postcovid para cuyo reparto ya han empezado a brotar agencias e intermediarios, y que en A Coruña sumarán 8,9 millones de euros —el 2,8 de los ingresos del 2022— para actuaciones de movilidad y transformación digital. En primera línea del presupuesto aparecen las ZBE (zonas de bajas emisiones), un proyecto complejo presentado en agosto del 2021 por el concejal Juan Díaz Villoslada, hasta esta semana responsable de Urbanismo, y Manuel González Penedo, director del Citic-UDC, el centro de investigación que trabajó conjuntamente con el equipo de Villoslada para diseñar el proyecto que finalmente optó a los Next Generation.
El plan, que absorberá 2,9 millones de los fondos europeos y un millón más procedente de préstamos, comenzará este año con la puesta en marcha del sistema integral de gestión y monitorización de accesos y aparcamiento de las zonas de bajas emisiones, los nuevos espacios urbanos impuestos por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que restringirán la entrada a los vehículos en función de su distintivo ambiental. La segunda pata del programa consistirá, en este caso con financiación plurianual, en la implantación de sensores para medir y la calidad del aire, las emisiones y el ruido en las áreas acotadas, cuya localización sigue siendo una incógnita.