María Maquieira: «La sensibilidad y la fortaleza eran fundamentales en Rosalía de Castro»

Se cumplen 185 años del nacimiento de Rosalía de Castro, figura emblemática del Rexurdimento galego. Rosalía nació un 23 de febrero de 1837 en Santiago de Compostela, vivió parte de su infancia en Ames, su juventud entre Madrid, Santiago y A Coruña, y sus últimos años en Padrón, donde se encuentra su Casa Museo.

Para honrar su historia y su obra, la Diputación de A Coruña encargó el cartel de este año a María Maquieira (Sada, 1985), dibujante e ilustradora multidisciplinar cuya vida está inexcusablemente ligada a la figura de Rosalía de Castro. 

El póster final representa a una Rosalía joven, «con entusiasmo por su profesión, por el lenguaje y por la vida», explica Maquieira. Aunque en esa corta vida, pues Rosalía murió a los 48 años a causa del cáncer, también hubo sombras que la artista añadió al cartel gracias al uso del volumen y del blanco y negro.

El color que no podía faltar es el azul del mar, «por su vínculo con la tierra gallega, con la naturaleza y especialmente con el mar, elemento que pidió poder ver antes de morir».

Lo mismo ocurre con las flores. «Destaca su gusto por las violetas, los pensamientos y las camelias», presentes hoy en el exterior y el interior de su Casa Museo, en la que todos los días se coloca una rosa o una camelia sobre la cama en la que falleció. El Museo puede visitarse de martes a domingo, en horario de 10.00 a 13.30 horas y de 16.00 a 19.00 horas, por dos euros la entrada.

Además, la Diputación ha presentado la exposición itinerante 50 anos da Casa de Rosalía, que recorrerá ayuntamientos de la provincia en marzo. Este recorrido cultural tan cercano a la figura de Rosalía de Castro llega hoy hasta María Maquieira, una artista que tiene mucho que ver con la escritora. El encargo de la Diputación le hizo «especial ilusión» a la artista: realizar el cartel que conmemora el nacimiento de la escritora. Desde la institución querían «renovar su imagen más allá del retrato que ya todos identificamos».

También había alegría

Maquieira se siente muy vinculada a Rosalía y habla con pasión sobre su persona, su poesía y su prosa. Para encontrar los ingredientes que debía tener el cartel, estudió su vida y su obra. Finalmente, optó por los conceptos de la pureza y de la esencialidad, «una composición de pocos trazos, con una Rosalía que mira al espectador, con su gesto tierno, que es a la vez tan fuerte y sensible». 

Para algunos, la obra poética de Rosalía de Castro transmite una visión desolada del mundo y una búsqueda del sentido de la vida. Sin embargo, para María Maquieira, «en Rosalía la alegría también estaba presente, celebraba la vida, la naturaleza, el canto, las auroras... pero la fortaleza y la sensibilidad eran lo más fundamental en su persona».

Si tuviera que escoger un fragmento de la obra de la escritora que la hubiera inspirado, Maquieira se decantaría por Cantares Gallegos: «Nasín cando as prantas nasen, no mes das froles nasín, nunha alborada mainiña, nunha alborada de abril. Por eso me chaman Rosa, mais a do triste sorrir, con espiñas para todos, sin ningunha para ti».

María Maquieira realiza sus obras en su taller de Sada, desde donde ha conseguido, «durante los confinamientos y gracias a internet», mantener las conexiones con otros artistas de A Coruña, Ferrol, Madrid y Argentina, sacando adelante varios proyectos. Uno de ellos será presentado esta primavera en Argentina y se titula «Sueño y revolución», obra realizada junto a la filósofa Carolina Meloni, combinando dibujo y filosofía para «tratar los efectos que la pandemia ha tenido en el mundo de los sueños».

Una larga historia familiar que conecta a ambas mujeres

La artista María Maquieira, hija del poeta Maquieira Quiroga, creció acompañada de los versos de Bécquer, Rubén Darío, Lorca, Miguel Hernández y, por supuesto, de Rosalía de Castro. «Mi padre me los recitaba siempre. Todos esos poetas son los poetas de mi infancia».

Su conexión con Rosalía se remonta hasta el siglo XIX y comienza con su tatarabuela, la cantante de ópera Julia Espín, conocida como la musa del otro gran poeta romántico, Gustavo Adolfo Bécquer, y cuya familia era amiga del marido de Rosalía de Castro, Manuel Murguía.

El nexo continúa con el bisabuelo de María Maquieira, Francisco Vales Villamarín, «que fue secretario de Emilia Pardo Bazán, también coetánea de Rosalía de Castro». Fue además fundador de As Irmandades da Fala en 1917 y secretario perpetuo de la Real Academia Gallega.

Más adelante, su abuelo Eloy Maquieira sería el arquitecto del parque Rosalía de Castro en la ciudad de Lugo e «íntimo de Filgueira Valverde, uno de los promotores de la Casa Museo Rosalía de Castro situada en Padrón».

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