Caradura, no doctora

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

Vista del hospital público coruñés.
Vista del hospital público coruñés. MARCOS MÍGUEZ

Impostores profesionales ha padecido el mundo unos cuantos

05 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Impostores profesionales ha padecido el mundo unos cuantos. ¿Se acuerdan de Leonardo DiCaprio en Atrápame si puedes, de Steven Spielberg? El actor daba vida a William Abagnale, un estadounidense con menos vergüenza que Gareth Bale en el Madrid y que en la vida real amasó una fortuna de más de tres millones suplantando a pilotos de líneas aéreas, abogados, médicos...

Por supuesto, España ha tenido sus farsantes conspicuos, como aquella Alicia Esteve Head que se inventó que había sobrevivido al 11S en el piso 78 de una de las torres gemelas, y ganaba pasta dando la turra sobre el atentado.

En Galicia conocimos las habilidades de Francisco Nicolás Gómez, el Pequeño Nicolás, que se presentó en Ribadeo en el 2014 como enlace del Gobierno y la Casa Real. Tres años de cárcel por el embuste. Más caro le salió aún a José Manuel López Pérez, Coté, el falso médico de Ferrol: seis años de prisión y 3,2 millones de multa por intrusismo profesional, estafa, falsedad documental y cuatro delitos de lesiones por imprudencia grave.

Este caso, bastante más serio por peligroso, tiene continuidad ahora en Coruña con una falsa médica que acaba de ser detenida por fraude y que ya tenía pendiente otra causa similar. Apoyada en su disfraz de bata blanca y utensilios clínicos, llegó a utilizar cuños falsos del Chuac, a trabajar para la Cruz Roja y a recetar inyectables a sus víctimas.

Y la pregunta inevitable es si para un despliegue tan complejo no le habría compensado invertir todo su talento en sacarse la carrera y ejercer legalmente la medicina. A su manera, esta suele ser gente brillante. Tras salir de la cárcel, Abagnale (DiCaprio en la ficción) montó una asesoría para empresas sobre fraudes maquiavélicos. Y se forró, claro.