La farmacéutica de A Coruña que cobra 1,5 euros por descargar el certificado covid: «Venían pandillas de 20 o 30 personas de los locales de ocio nocturno»

Una publicación en Twitter sobre una farmacia del centro de A Coruña que había cobrado 1,5 euros por expedir el certificado covid ha desatado un aluvión de críticas sobre este establecimiento. Muchos clientes han criticado que está acción es «inmoral» e incluso uno de ellos ha presentado una reclamación ante Consumo. Ante esta situación, la propia dueña del establecimiento ha explicado este jueves en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, el motivo de esta acción. Patricia Rivera-Pérez, titular de la Farmacia Obelisco, señaló que por las noches «venían pandillas de 20 o 30 personas de los locales de ocio nocturno y colapsaban la farmacia. Esto impedía que pudiésemos dar atención farmacéutica o dar medicación de urgencia porque se formaban unas colas terribles. Además, alguna vez me han perseguido por la calle a las 23.00 horas, tras cerrar la farmacia, para qué explicara por qué no daba más certificados. Nosotros tenemos un horario de cierre y no podemos prolongarlo».

La farmacéutica sostiene que se trata de «un pago simbólico y disuasorio para que esta gente ya venga con su certificado de casa y no nos colapsen nuestro servicio». Sobre la reclamación que presentó un cliente a Consumo, Rivera-Pérez precisa que ha hablado con el colegio de farmacéuticos y que la decisión «es a criterio de la farmacia». «Me imagino que una botica de barrio que haga 15 certificados a la semana no tendrá ningún problema, pero es que hemos llegado a hacer cien certificados en un día. Nosotros tenemos unos gastos y no podemos paralizar toda la actividad para dedicarnos a ser una copistería. No es el fin del protocolo que se firmó con el Sergas».

Esta profesional indica que este tipo de gestiones sí que las hacen gratis a las personas mayores, clientes y personas que tienen dificultades para descargar el certificado. «Yo lo que pretendo con esta acción es que estas personas, que vienen de noche y por un motivo de ocio, se bajen la aplicación del Sergas. Al igual que saben utilizar el teléfono móvil, lo pueden hacer sin ningún tipo de coste. Además, siempre avisamos de que la gestión tiene un coste. Entonces, a lo mejor ya deciden que no lo quieren y ya no tardamos diez minutos en entrar en el programa del Sergas para prepararlo», resalta la facultativa.

Sin embargo, Rivera-Pérez lamenta el impacto que esta crítica ha tenido en las redes sociales: «Con la que está cayendo y con todo el esfuerzo que está haciendo el sector... Sabemos que los centros de salud están colapsados. Nosotros llevamos a veces hasta pañales a los domicilios con gente mayor y tratamos de ayudar en todo lo que esté en nuestra mano. Al final lo único que queda en las redes sociales es ese 1,5 euros con el que pretendemos que las personas pidan el certificado en su barrio antes de venir al centro o que se descarguen la aplicación del Sergas para no interrumpir nuestras labores de urgencia. Un sábado o un domingo, en el que no hay otras farmacias abiertas, viene gente del hospital con la pauta de la medicación y se encuentra con este colapso», concluye.

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